Las cosas parecen estar cambiando, poco a poco, en la capital de España. El Ayuntamiento ha explicado esta semana las características de los 30 nuevos carriles bici de Madrid, anunciados el pasado 30 de septiembre.
Según informa el diario El Mundo, los nuevos carriles bici de Madrid no serán finalmente espacios separados físicamente de la calzada por la que discurren el resto de los vehículos, tal y como se había planeado en un principio. «Parece que no es la orientación que actualmente los más sabios y sabias en movilidad aconsejan para la ciudad», explicó el delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato.
La intención del equipo de Manuela Carmena es realizar los 30 proyectos de carriles bici, si bien señalan que ahora «no van a tener el coste presupuestario que inicialmente se pensaba». Además, apuntan, deberán «diseñarse de manera adecuada para que puedan ejecutarse sin causar problemas de circulación» al resto del tráfico rodado.
La construcción de estas nuevas infraestructuras ciclistas se sufragará con inversiones financieramente sostenibles, un dinero que procede del remanente de tesorería acumulado en 2015 en las cuentas municipales. Las obras costeadas mediante este sistema tienen la peculiaridad de que no pueden generar gastos de mantenimiento futuro y que deben llevarse a cabo a lo largo del siguiente ejercicio, en este caso antes del próximo 31 de diciembre.