La ciudad alemana de Múnich ha estado tradicionalmente muy unida al mundo del motor. No en vano, marcas como BMW tienen allí su sede, y el sector del automóvil da trabajo a miles de personas.
A pesar de ello, la capital del estado de Baviera quiere seguir apostando de manera decidida por un cambio de modelo en el que la bicicleta juegue un papel protagonista. Así lo atestiguan sus más de 1.200 kilómetros de carril-bici y la conciencia, cada vez mayor, de la necesidad de fomentar la movilidad sostenible entre sus habitantes.
Ni coches, ni intersecciones ni semáforos
La última prueba de ese afán por convertir a Múnich en un paraíso ciclista es el plan de las autoridades de construir una gran autopista ciclista. Según informa la web Fast Coexist, dicha infraestructura constaría de más de 400 kilómetros cuadrados y partiría del centro de la ciudad en varias direcciones para unirlo con los barrios y localidades de la periferia. Todo ello, sin cruzarse con un sólo coche, intersección o semáforo.
Aunque por el momento se trata sólo de una propuesta sobre el papel, de ser aprobada se convertiría en la manera más rápida y segura de acceder al centro de la ciudad. Una idea que, sin duda, seguirá motivando que más y más gente se sume al creciente número de alemanes que usan la bicicleta para desplazarse a su puesto de trabajo.