No nos engañemos: desplazarse por la ciudad supone a veces un terrible esfuerzo de paciencia y logística. Sobre todo cuando hemos de llegar a tiempo al trabajo en coche y el denso tráfico nos impide avanzar (por no hablar de aparcar) o, en caso de optar por el transporte público, éste sufre algún contratiempo -retraso, averías, etc-que echa por tierra toda nuestra previsión inicial.
Así lo demuestra un estudio que ha llevado a cabo Ford en Reino Unido a más de 5.500 pasajeros repartidos entre cinco grandes ciudades europeas: utilizar el transporte público estresa tanto o más que una mudanza, y los únicos ciudadanos que ahorran tiempo en sus desplazamientos son los ciclistas o los que van caminando.
Más estresante que mudarse o sufrir una ruptura amorosa
La encuesta realizada en Londres, Roma, París, Madrid y Berlín arroja interesantes datos sobre cómo viven los usuarios su día a día: los londinenses, por ejemplo, son los que más se retrasan a la hora de llegar al trabajo (a pesar de ser previsores saliendo entre media y una hora antes), y los romanos (un 60%) comparan el estrés de lidiar con los diferentes medios de transporte al de una ruptura amorosa.
Sin embargo, frente a ese 93% que pierden tiempo -y energía- intentando sortear los diferentes obstáculos, los ciclistas y aquellos ciudadanos que acuden al trabajo caminando son los que más tiempo ahorran cada semana.
Menos estrés, más felicidad
Otro estudio, esta vez realizado por la Universidad de East Anglia y publicado en Preventive Medicine, también parece confirmarlo: los ciclistas no sólo ahorran tiempo o sufren menos estrés, sino que s*on más productivos y felices en el trabajo.*
De los 18.000 ciudadanos entrevistados en Reino Unido (el 73% en coche, el 13% a pie, el 11% en transporte público y el 3% en bicicleta), aquellos que caminaban o pedaleaban afirmaban sentirse más felices y menos estresados, frente a aquellos que optaban por el transporte público o el coche (la opción peor valorada).