Es fácil entenderse con Armando Rodríguez y Roland Harper. El primero es, entre otras muchas cosas, fundador y miembro del colectivo ConcienBiciate, que fomenta el ciclismo urbano en Bogotá. Harper, un viejo amigo de Ciclosfera, está detrás de Mova, la marca de chaquetas ciclistas que, en apenas un par de años, se ha convertido en todo un fenómeno mundial, y que acaba de lanzar una nueva campaña en Kickstarter.
Ambos son, además de amigos y empresarios, unos apasionados de la bicicleta. Por eso, hace ahora unos dos años, decidieron crear un espacio único, una especie de embajada del ciclismo en Bogotá. Buscaron por el céntrico barrio de El Campín, al lado del Coliseo, y encontraron el lugar ideal en una antigua academia de baile. “Nos llamó la atención desde el primer momento”, recuerda Armando Rodríguez, “porque es un local muy amplio, permite moverse bien a la gente y, con unos cuantos retoques, nos ha permitido acoger todo tipo de actividades y a toda la comunidad ciclista”.
Esa comunidad ciclista que encontraría en La Guarida puestos de coworking, un café, un taller de bicicletas, espacio cultural y de charlas, y que con el paso del tiempo (el 27 de febrero La Guarida cumplirá dos años) tienen a su disposición aún más cosas. “Sí, se han sumado más integrantes al sueño”, dice satisfecho Rodríguez. “El café ahora es también un restaurante. El taller ha crecido mucho en cuanto a clientela y servicios. Se han sumado una barbería, un estudio de tatuajes y hasta una tienda, Biciosos. Creo que estamos abarcando todos los brazos de la escena ciclista: el emprendimiento, el activismo, la cultura, el diálogo…”
Para todos
Es así como, durante todo el día (La Guarida abre de 12 de la mañana a diez de la noche) el local se convierte en lugar de paso para todo tipo de ciudadanos. Hay actividades fijas en determinados días: los miércoles charlas de cicloviajeros o emprendedores, los viernes bandas, los sábados ferias… Y, a diario, dos momentos muy especiales. Al mediodía llegan muchos ejecutivos, oficinistas o, simplemente, ciclistas que quieren relajarse un rato y probar la buena comida local. Y, a partir de las cuatro de la tarde, un público más variado se concentra en los más de 300 metros cuadrados repartidos en tres pisos. “Uno de nuestros sueños es convertir La Guarida en la embajada de la bici en Colombia”, explica Harper, “y estamos haciéndolo realidad. Aquí se reúnen activistas que comparten proyectos e ideas. Los bicimensajeros proponen actividades y eventos. La Mesa de la Bicicleta, que reúne todo los martes a los líderes de los colectivos ciclistas, se celebra en La Guarida. Y hasta los miembros de Biciosos, un público flotante de hasta 1.000 ciclistas, pasan por aquí. Y no son sólo aficionados a la bicicleta: los ciudadanos de Bogotá también reconocen La Guarida, aunque no hayan venido te dicen que les suena, y eso se refleja en el nivel de asistencia creciente”.
“Uno de nuestros sueños es convertir La Guarida en la embajada de la bici en Colombia”
Pero los que encuentran un paraíso en La Guarida son, por supuesto, los que van en bicicleta. Desde la entrada (con una reja que, gracias a la creatividad de sus responsables, sirve de aparcamiento hasta para 150 bicicletas), todo está pensado para ellos: cámaras que vigilan las máquinas estacionadas, regalos y concursos organizados por los negocios locales… Y detalles muy, muy humanos, como recibir a los que llegan pedaleando los días de lluvia con aguapanela, una bebida azucarada y caliente local idónea para entrar en calor y recuperar energías. “También, por supuesto, asistencia mecánica”, se apresura a recordar Roland Harper, “porque los que quieren arreglar su bicicleta tienen libre acceso al taller y sus herramientas, o pueden tomar un café mientras nuestros mecánicos solucionan el problema”.
En Ciclosfera celebramos, además, el auge del ciclismo urbano en Bogotá, algo que simbolizan iniciativas como esta. “La bici ha crecido mucho aquí en los últimos años”, asegura Armando Rodríguez, “y ha pasado de ser una herramienta deportiva a medio de transporte y, finalmente, como un estilo de vida. Los ciclistas urbanos son agentes de cambio, líderes en sus entornos, y eso nos permite soñar con que Bogotá, en un futuro próximo, sea una ciudad capital para el ciclismo de Colombia y toda Suramérica”. Un camino, por supuesto, con dificultades (“casi muere un ciclista en las calles cada semana”, aseguran), pero que también está sensibilizando a las autoridades locales. “Están dándole vueltas a cómo reducir la accidentalidad”, explican Rodríguez y Harper, “pero también será clave atenuar la tensión entre ciclistas y los otros actores viales. Muchos nos siguen viendo como elementos negativos en el tráfico, como vehículos manejados por gente imprudente e irrespetuosa. Así que también queremos modificar eso, concienciar a los ciclistas, educarnos y no dar mala impresión”.
Con iniciativas y lugares como La Guarida, desde luego, el cambio y el optimismo ciclistas están más que asegurados.
La Guarida.
Cra. 27a bis No. 61c-06 (Bogotá)
Teléfono: +57 311 4761063