El sistema de alquiler público de bicicletas madrileño da un paso más. Y un paso importante. El Ayuntamiento ha adjudicado el contrato a la empresa navarra Bonopark, que tiene como peculiaridad que sus bicicletas son eléctricas, una característica con la que contarán los 1.560 vehículos que pasarán inicialmente a formar parte del proyecto.
Con esta opción se pretende que los usuarios del sistema puedan superar con facilidad los desniveles de la capital, una ciudad “con cuestas pero asequible”, según han declarado fuentes del propio Ayuntamiento. Las bicicletas llevarán incorporada una batería -que incrementará en tres kilos y medio su peso- que contará con una autonomía de una hora. Un sistema inteligente determinará si, al anclarla, la bicicleta necesita ser recargada, un proceso que llevará cinco horas. El sistema contará con 3.120 anclajes y 120 estaciones repartidas por el centro de la ciudad.
Los precios variarán en función de si se está abonado al servicio (1,1 euros la hora) o no (2 euros). Para los no abonados, la primera hora costará dos euros, y las siguientes cuatro euros cada una. Muchos han criticado lo elevado de las tarifas frente a otros sistemas de alquiler públicos como Bicing, en Barcelona, donde la primera media hora es gratuita para los abonados.