Parece lógico que un festival de este tipo, el International Cargo Bike Festival se haya celebrado en Países Bajos, cuyas políticas, infraestructuras y ciudades suelen ponerse de ejemplo de cómo el ciclismo urbano puede ser protagonista con éxito para acercarnos a una movilidad más lógica.
Ciclosfera no es solo Media Partner del ICBF, sino que además, estamos siempre muy atentos a todas las noticias que nos vienen desde Países Bajos gracias a la sección Esto SÍ es Ámsterdam de nuestra colaboradora Ana Castán.
Echa un vistazo al video-resumen de nuestra visita al ICBF
Dentro del ámbito del ciclismo urbano, las bicicletas de carga, o los carriers como deberíamos empezar a llamarlos por la cantidad de tipología que comprenden, están tomando cada vez más protagonismo. Un tipo de vehículo que hasta hace relativamente poco sólo vinculábamos a la ciclologística y el reparto de mercancías de última milla.
Sin embargo, las aplicaciones que estas bicicletas están adquiriendo a nivel familiar son cada vez mayores y se alzan como una alternativa más que real al coche privado a nivel particular. Y para conocer exactamente en qué punto se encuentra el sector a nivel internacional y las novedades que están a punto de aparecer en las calles de todas nuestras ciudades, no hay mejor lugar que el International Cargo Bike Festival, cuya edición número once acaba de cerrar sus puertas en Utrecht.
Las aplicaciones que estas bicicletas están adquiriendo a nivel familiar son cada vez mayores
El festival no se centró solo en las bicicletas de carga, sino en los impactos que estas pueden generar en los ciudadanos y en nuestras poblaciones, sin importar su tamaño. Parece que es una solución exclusivamente para las grandes urbes, pero cuando empezamos a ver las capacidades que alcanzan a nivel familiar, vemos realmente su potencial.
Futuro
Desde las compactas Muli hasta bicicletas para hacer recogida de residuos, como la sorprendente solución de Kleuster. Bicis de carga que al mismo tiempo son plegables, bicicletas que tienen la capacidad de llevar 600Kg de peso en un remolque o sistemas de transmisión sin cadena.
Algunas de las marcas presentes decidieron presentar modelos determinados, sus últimas creaciones. Lógico. Al fin y al cabo, dentro del universo cargo bike no parece que exista mejor escaparate que le ICBF.
TARRAN fue una de las grandes protagonistas. Su modelo T1, de doble suspensión incluye dos ruedas bajo el cajón de carga. Una especie de tren de aterrizaje que aparece automáticamente al reducir nuestra velocidad para que sea más fácil detener la bicicleta.
Sin duda, la transmisión de Cixi, sin cadena, había que probarla. Al pedalear generamos energía que acude al motor, sí, claro. Evidentemente. Lo novedoso, o diferente es que el generador albergado en el eje del pedalier es también el encargado de ejercer fuerza en nuestra contra para que tengamos la misma sensación de resistencia que si tuviéramos una cadena y un cassette repleto de piñones cuando pedaleamos. Curioso, pero efectivo. Mención también para las soluciones de última milla de Fulpra, GreenZen Solutions o GoLo.
La holandesa Stoer, conocida marca de fatbikes presentó su imponente modelo de cargo, una longjohn con asiento de fatbike y un aspecto futurista que quitaba el hipo.
Car.Los expuso sus ligeras cargo bikes plegables de carga delantera. Sí, plegables, has leído bien. Y una buena colección de bicis de carga trasera tipo 'longtail' con diferentes soluciones para familias o empresas.
En definitiva, una acumulación de soluciones que pronto empezaremos a ver circular por las calles de muchas de nuestras ciudades, o, al menos, ese es nuestro deseo porque, sin lugar a dudas, además de dibujarse el futuro en los pasillos del International Cargo Bike Festival, lo que se respira es ganas de dejar un mundo mucho mejor que el que tenemos. Un 10.