Ciudades

“Hay familias que dejan de necesitar el coche tras probar una bicicleta de carga”

Argentino, aunque residente en Francia, Francisco Luciano es el responsable de Douze Cycles, una prestigiosa marca de cargo bikes. Luciano ha estado en La Ciudad de las Bicis hablando sobre el presente y futuro de la bicicleta de carga.

‘Ciclologística para ciudades más eficientes’: ese es el nombre de la ponencia que acaba de celebrarse en La Ciudad de las Bicis, el evento ciclista que se celebra estos días en Zaragoza. Francisco Luciano, de Douze Cycles, fue el primer participante, completando una extensa y amena charla en torno a la bicicleta de carga.

“El mercado y el consumo están cambiando radicalmente debido al comercio electrónico”, asegura Luciano, “y con ello también el reparto. Cada vez se reparten más paquetes, pero son más pequeños, y hay nuevas exigencias en lo que respecta a términos de fiabilidad y reactividad. La gente exige que determinados productos les lleguen en media hora, y eso requiere flujos distintos, más fragmentados, urgentes y un manejo diferente del negocio”.

“Hay que articular el interés de las empresas privadas, pero también mejorar la calidad del aire y reducir el ruido”

En ese nuevo modelo negocio debería jugar un papel fundamental, por supuesto, la bicicleta de carga. “Tanto en el sector público como en el privado”, explica Luciano, “existe una conciencia mucho mayor en términos medioambientales. Pero, al mismo tiempo, hay que articular el interés de las empresas privadas, lo que exigirá la búsqueda de nuevas respuestas que, por supuesto, mejoren la calidad del aire y reduzcan el ruido., marcadas por la llegada de nuevas leyes de emisiones”.

Sin embargo, no todo es color de rosa. “Para empezar, la cultura y la infraestructura ciclistas no están creciendo como uno espera”, lamenta Luciano. “A veces se habla de que el 4% de los desplazamientos se hacen en bici, y se considera un éxito… ¡Pero la cifra es ridícula, considerando además que los desplazamientos en bici pueden ser de dos kilómetros y los de coche de cuarenta! Estamos muy lejos de cumplir con los objetivos, y aún así, en muchos medios, se lamentan de las presuntas y excesivas ayudas que recibe la bicicleta”.

“La bici no está creciendo como esperaba. Se habla de que el 4% de los desplazamientos es un éxito… ¡Pero es una cifra ridícula!”

Para que, verdaderamente, la ciclologística se fomente, las ciudades deben tomar medidas de peso. Luciano habla de la política del palo y la zanahoria: “Los palos serían restringir el acceso de coches al centro y limitar sus emisiones. La zanahoria, medidas como planificar correctamente la logística urbana, subvencionar la compra de bicicletas de carga (en Munich, por ejemplo, se conceden hasta 2.000 euros como ayuda a las empresas que quieren adquirir una cargo bike), usar las bicis de carga en los servicios móviles municipales o cambiar las condiciones de muchas licitaciones. Es increíble: algunas de ellas llegan a exigir que se usen furgonetas o camiones, cuando se podrían emplear perfectamente bicicletas de carga que, automáticamente, quedan excluidas”.

“Los drones no serán la solución en la mensajería: exigen 23 veces más energía que una bicicleta de carga”

“Hay familias que dejan de necesitar un coche tras usar una bicicleta de carga”, afirma Luciano, “y ayuntamientos como el de París nos han comprado ya… dos bicis. Pero hay mucho que mejorar, también en lo que respecta a la tecnología. Una furgoneta exige una revisión mecánica cada 40.000 kilómetros: una bicicleta de carga eléctrica, cada 1.600. El costo de mantenimiento de una furgoneta es de 0,023 euros por kilómetros, y el de una bicicleta de carga el doble. Deberá mejorarse la tecnología, hacer más eficiente la intermodalidad y sondear e inventar nuevas soluciones para la mensajería. No será, como algunos quieren vender, los drones, que exigen hasta 23 veces más energía que una e-bike de carga, y habrá que preguntarse si la gente quiere que le entregue su pedido un robot”.