El último informe sobre sostenibilidad del Departamento de Transporte de Nueva York (DOT) indica que la peatonalización de Times Square y la adición de carriles bici en cinco avenidas del centro de Manhattan no han provocado que que el tráfico avance más lento, sino todo lo contrario. En concreto, un 7% más de fluidez desde 2008. La noticia, recogida por The New York Times, parece justificar la larga campaña de Michael Bloomberg, alcalde de la ciudad, por destinar un mayor espacio a ciclistas peatones en algunas de las zonas más congestionadas de la ciudad.
A pesar de que determinados sectores de la población auguraban que el proyecto entorpecería aún más el complicado tráfico de la Gran Manzana, ha resultado al contrario: se ha producido un ligero incremento de velocidad en las zonas más congestionadas del centro, especialmente al sur de la calle 60. Asimismo, ha aumentado el número de desplazamientos en bicicleta y el uso de transporte público (un 0,4%, con la única excepción del autobús, que ha disminuido), a pesar de los recortes de servicios o aumentos de tarifas impuestos el año anterior.