Y las cuentas, poco a poco, van cuadrando. Si llegamos a ocho números es porque varias empresas, bastantes, nos apoyan. Unas lo hicieron cuando el camino empezó: gracias por apostar por nosotros cuando no nos conocía nadie, y ojalá podáis volver. Otras siguen haciéndolo, dos años después: será porque les ha valido la pena, lo que nos llena de orgullo. Cada vez más nuevas marcas se suman a una aventura que, ojalá, sea larga y provechosa, porque sólo significará una cosa: cada vez más bicicletas ruedan por nuestras ciudades.
Ciudades que son las vuestras, y son muchas. Desde cada vez más puntos nos piden distribuir Ciclosfera, porque en todos lados surgen iniciativas relacionadas con la bicicleta urbana. Recibimos mensajes desde lugares inimaginables sugiriéndonos temas, informándonos de eventos y deseando recibir la revista. Más de 40.000 personas nos siguen, por ejemplo, en Facebook: el sueño no se ha hecho realidad, sino que se ha convertido en el sueño de muchísima más gente.
Subid con nosotros a la octava Ciclosfera: el ocho se transformará en una bicicleta gigante sobre la que rodaremos hacia un infinito común.