Espaibici es uno de esos lugares que todo ciclista de Barcelona debe conocer. Un templo de la bicicleta ubicado en pleno Eixample, en el número 63 de la calle Bruc, y que desde hace más de 16 años trabaja para los amantes de las bicicletas en todas las modalidades. Pero si hay un campo en el que Espaibici es especialista, ese es el del cicloturismo. Hablamos de ello con David Casalprim, uno de sus responsables.
¿Desde cuándo el cicloturismo y el ciclismo más “aventurero” tienen un papel protagonista en EspaiBici, y por qué?
Casi desde el inicio. Quizá al principio era de manera más puntual, pero durante los últimos años ha ido creciendo de manera gradual y, hoy por hoy, ocupa una parte muy importante en Espaibici. El cicloturismo más aventurero es más reciente: aunque siempre ha habido gente muy aventurera, podemos decir que el auge de este estilo de viaje ya llegado con el fenómeno del bikepacking.
¿Qué experiencias, viajes, has tenido tú sobre una bicicleta? ¿Desde cuándo, a dónde… qué destacarías?
Mis primeras rutas con alforjas se remontan a 2009. Desde entonces los destinos han sido muy variados: rutas por España, Europa, Africa, Asia, America… En 2010 nos atrevimos a adentrarnos a Laponia en pleno invierno con unas bicis que aún no se conocían en nuestro territorio, las Fat Bike. Desde entonces, y cada año, hemos viajado a Laponia en invierno para pedalear durante diez días por paisajes nevados a temperaturas que hielan el alma. También hemos cruzado el parque nacional más grande de Estados Unidos, el Wranglell – St Elias en Alaska, siendo la tercera repetición de la ruta Nabesna – McCarthy en bicicleta. Somos de los pocos que hemos pedaleado por los fiordos del sur de Groenlandia trazando rutas inexistentes. Los territorios por los que apenas han pasado bicis, alejados de la civilización, donde tienes que ser totalmente autosuficiente e integrarte plenamente en el territorio, nos atraen mucho, aunque no le hacemos ascos a una buena ruta con alforjas por Europa. Cada ruta y cada destino tienen sus cosas buenas para vivirlas y compartirlas.
“¿Por qué me gusta viajar en bici? Quizás porque te sientes libre: tienes una bicicleta y puedes ir a donde te apetezca por tus propios medios”
¿Qué has aprendido a lo largo de esos viajes?
Cuando estás en ruta la perspectiva del día a día cambia mucho. Cosas que a priori pueden ser pequeños contratiempos terminan por convertirse en un verdadero problema, y poner en jaque la continuidad del viaje. O al revés: grandes problemas pueden solucionarse de la forma más sencilla. Al final pedalear es lo más fácil de hacer cuando se estas de viaje, lo complicado es gestionar el día a día, como por ejemplo, una rotura de alforja, quedarse sin recambios para los pinchazos, dónde dormir, dónde comer,… Al final aprendes a gestionar el día a día y a solucionar los problemas a medida que van surgiendo.
¿Qué te ha llamado más la atención, a nivel personal?
A nivel personal uno acaba por conocerse mejor a sí mismo: durante las rutas puede haber momentos en los que las cosas se tuercen de tal manera que decidas cambiar de planes y regresa a casa, y a los cinco minutos de pedaleo te ha surgido una idea o has visto que el problema no era tan grande como para interrumpir el viaje. Entras en una montaña rusa emocional donde los miedos y la euforia se alternan a cada pedalada, y tan malos son unos como otros, pero poco a poco vas conociendo tus reacciones y como solucionar las situaciones, y esto hace que a cada ruta te agobies menos cuando las cosas parecen jodidas y te centres más en disfrutar del viaje y de la bici.
¿Por qué crees que te gusta tanto?
No creo que sea fácil decir por qué me gusta tanto viajar. Quizás porque te sientes libre: tienes una bicicleta y puedes ir a donde te apetezca por tus propios medios, con tu esfuerzo. También me permite ver las cosas a otro ritmo y conocer lugares, gente y costumbres nuevas. Lo sé: son tópicos, pero es real. A veces viajando solo y a veces en buena compañía. A veces con equipaje peso pluma o cargando todo tipo de comodidades. Pero lo que engancha de verdad es poder parar, poner un pie en el suelo, levantar la mirada y decir: joder, qué sitio más espectacular, y quedarse allí contemplando un buen rato ese trozo de mundo.
¿Cómo os llegan los clientes? ¿Por el boca a boca, por vuestra trayectoria? ¿Qué os preguntan? ¿Hay un perfil determinado para este tipo de clientes?
La verdad es que aún no sé por qué canales nos llegan los clientes, pero no deja de sorprendernos que muchos de ellos saben muy bien lo que quieren. Y por suerte, lo que los podemos ofrecer encaja perfectamente con lo que buscan. Es como si vinieran a Espaibici sabiendo que aquí encontraran lo que buscan. Supongo que después de tantos años el boca a boca tiene mucho que ver, y evidentemente nuestra trayectoria también ha ayudado. Supongo que se nota que viajar en bici es nuestra pasión y que nos aporta un conocimiento para compartir con nuestros clientes. Conocimiento que además de crearse por experiencia propia también se alimenta del feedback de todos nuestros clientes.
“El ciclismo de viaje, ya sea más convencional o más aventurero, va aumentando año a año”
¿Vive un buen momento este nicho de la bici? ¿Está creciendo? ¿Por qué?
Creo que sí. El ciclismo de viaje, ya sea más convencional o más aventurero, va aumentando año a año. Se me hace difícil decir si va a ser una tendencia en los próximos años, pero sí: va creciendo poquito a poquito. Hoy en día la gente parece más atrevida, quizás sea porque es más fácil viajar o encontrar información de material, destinos, blogs de cicloturistas… Siempre ha existido gente con ganas de viajar y algunos de ellos se han lanzado a la piscina, se han comprado una bici completamente equipada y se han aventurado sin haber hecho ninguna ruta en bici antes, sólo por que en su día leyeron un libro o algún amigo cicloviajero les contagió con sus relatos y vivencias.
“No tiene sentido hablar de géneros en el cicloturismo: las mujeres son igual de valientes y decididas”
¿Cómo está el tema femenino? ¿Hay más chicas sumándose a ese tipo de ciclismo?
El feminismo no existe en el cicloturismo: no hace falta. Las mujeres son igual de valientes y decididas que los hombres. Podemos dar fe de ello. La verdad es que no hemos echado cuentas sobre si hay más chicos que chicas, pero conocemos chicas que se van de ruta solas durante semana a destinos como Labrador (Canada), Atacama (Chile), Laponia (Finlandia), Kirguistán… por citar algunos destinos a los que muchos hombres no se atrevería a ir solos. O grupos de chicas que año a año van tachando países del mapamundi. Desde nuestra perspectiva, no tiene sentido hablar de géneros en el cicloturismo.
¿Qué marcas manejáis para este tipo de clientes?
Las marcas que más trabajamos son los cuadros de Surly, Salsa y nuestros propios de Fetamà. Ofrecemos montajes a la carta sobre estos cuadros, y los grupos Shimano y Rohloff son los más montados y de vez en cuando algo de Sram. Las dinamos de bujes SON y los cargadores de dispositivos también tienen muy buena aceptación. Y de lo que estamos muy orgullosos es de los montajes de ruedas que hacemos para las bicis de viajes: ruedas súper robustas que lo aguantan todo. Lo más importante es tener un buen cuadro y unas buenas ruedas, lo demás sigue siendo importante, pero no tanto. En Espaibici nos gusta trabajar y aconsejar marcas o productos que estén más que contrastados, que no dejen duda a su fiabilidad y que tengan una buena reputación. Creemos que es muy importante empezar un viaje teniendo el máximo de cosas bajo control. En el caso de la bicicleta es importante estar seguros de que la bicicleta funcione correctamente y que lo haga el máximo tiempo posible, y eso se consigue con un buen mantenimiento y con productos que nos aseguren que no nos darán problemas. Aun así, esto siempre se puede estropear algo y seguro que algo fallará, pero cuantas menos cosas fallen mejor, ya que nos permitirá disfrutar más de la ruta y no malgastar nuestros esfuerzos solucionando constantemente problemas mecánicos.
“Lo más importante es tener un buen cuadro y unas buenas ruedas, lo demás también importa… pero no tanto”
Las bicis de viajes que ofrecemos en Espaibici empiezan en 1500€ pero la media de las bicis que vendemos se sitúa en los 2500€ con modelos totalmente equipados. Puede parecer muy caro, pero estamos hablando de bicicletas de acero que pueden durar toda la vida haciendo varios viajes al año. Y al final, si lo comparamos con las bicicletas de montaña o de carretera que vemos los fines de semana, seguro que nos quedamos cortos, y ya no digo con las e-bikes de montaña que están tan de moda.
Imagino que esta industria también generan muchísima venta de accesorios. ¿Qué se demanda más? ¿Qué marcas trabajáis? ¿Que destacarías en ese sentido?
Sí, claro. Las bicis de viaje requieren una mayor gama de accesorios. Hay que equiparlas bicis con bolsas, guardabarros, porta paquetes, luces, cargadores de dispositivos electrónicos… Y en función de cada tipo de viaje estos accesorios pueden variar. A medida que se va cogiendo experiencia puede que se descarten algunos y se opten por otros, por lo que los accesorios son muy importante en este tipo de bicis. Los más demandados son las alforjas de Ortlieb o Vaude, los porta paquetes de Tubus y Surly, las bolsa de bikepacking de Revelate, Vaude o Ortlieb, los guardabarros SKS para la bicis más de asfalto y las dinamos de bujes SON. En cuestión de manillares también hay para todos los gustos: los planos tipo BTT, los de carretera o Gravel de Salsa o Pro, los de mariposa Ergotec o los multiposición como el Surly Moloko o Jeff Jones H-Bar. En cuanto a sillínes, los Brooks de piel o de caucho también tienen mucha demanda. O los puños ergonómicos de Ergon, que nos solucionan muchas incomodidades.
“No se puede aprender mecánica de bicis en dos horas”
Además de bicicletas y accesorios… ¿qué les ofreceis al cliente?
Lo que más ofrecemos al cliente de Espaibici es un buen asesoramiento, sin duda. Nuestra propia experiencia y el feedback de nuestros clientes nos mantiene constantemente al día en cuanto a materiales. Nuestra vocación es que nuestros clientes se lo pasen bien con sus bicis. En cuanto a rutas, podemos orientar si eligen algún destino donde alguno de nosotros haya estado y, si no, siempre podemos dirigirles a alguien que haya estado por la zona donde quieren ir.
Tener buenos conocimientos de mecánica parece también importante. ¿Los impartís en Espaibici?
Somos muy reacios: creemos que, muchas veces, son de poca ayuda. Es más, a corto plazo se confunde aun más a la gente: no se puede aprender mecánica de bicis en dos horas, y menos recordar cómo hacerlo al cabo de tres meses cuando tienes un problema. Insistimos en que lo mejor es tener la bici bien a punto, con componentes fiables y, si surge algún problema, intentar hacer lo justo para continuar y reparar en alguna tienda o taller. Al final la gente que viaja va aprendiendo mecánica a cada viaje. Forma parte del proceso de acumular experiencia.
¿Y la posventa? ¿Seguís en contacto con los clientes para que os cuenten qué tal, que os transmitan sus experiencias, que compartan sus viajes y experiencias en la redes sociales?
El tema posventa es muy importante, sobre todo en cuanto al mantenimiento y a los accesorios. Quizá me esté poniendo un poco pesado, pero tener la bici a punto antes de un viaje es un tema crucial, al igual que tener los accesorios adecuados para cada tipo de ruta. Hay ciclistas que son más manitas y les gusta reparase la bici, pero hay otros que no quieren entrar en esos temas y prefieren delegar estas tareas. Para eso está Espaibici.
En cuanto a redes sociales, intentamos generar contenido en Facebook e Instagram, con material propio y a veces cedido por los propios clientes. Muchos de ellos comparten sus rutas con nosotros etiquetándonos en sus redes.
Carrer del Bruc, 63
08009 Barcelona
Teléfono: 935 32 31 43