Es indudable: el uso del casco (si es, por supuesto, de buena calidad) aumenta la seguridad de los ciclistas en la ciudad. Bueno, no es indudable, porque hay quien afirma lo contrario, y que genera una sensación de "falsa seguridad": el sentirnos más protegidos puede provocar que seamos algo más imprudentes y, a la postre, eso termine generando más problemas.
Lo que sí está claro, y se ha comprobado, es que el uso del casco le genera a mucha gente incomodidad, rechazo, o como queráis llamarlo, y eso les desanima a moverse en bicicleta. Y el remedio puede ser peor que la enfermedad: lo que está claro es que lo que más seguridad genera a un ciclista en la ciudad es, precisamente, la abundancia de ciclistas. Si hay muchas personas rodando los automovilistas están más acostumbrados. Más pendientes. La bicicleta, en resumen, está mucho más integrada en el tráfico cotidiano de la ciudad.
Encuesta en los Países Bajos
Pero... ¿Hasta qué punto el uso obligatorio de casco haría que la gente dejase de subirse a la bicicleta? La revista Bike Europe quería comprobarlo. Y, para eso, encargó a GfK, empresa de referencia en recopilación y análisis de datos, una encuesta entre su base de datos en los Países Bajos. Pues bien: de las 50.000 personas consultadas, 3.567 estaban pensando comprarse una bicicleta eléctrica.
A continuación, se le preguntó a esas mismas personas si seguirían comprándola en caso de que el casco fuese obligatorio, y el resultado fue llamativo: la mitad, aproximadamente, se echaría para atrás. En concreto, el 12% de los encuestados dijeron que no lo harían, seguro, mientras que el 38% considerarían esa compra poco probable. Apenas el 10% de los encuestados dijo que no había ningún problema, mientras que casi el 41% afirmó creer que compraría una e-bike aunque el casco fuera obligatorio.
Diferencias por grupos de edad
Como explica Bike Europe, el estudio de GfK también demuestra que hay menos resistencia a llevar casco en los grupos de mayor edad. De los 3.567 encuestados que se planteaban comprar una e-bike, 1.087 tienen más de 65 años. Pero apenas el 33% de ellos dejaría de comprarla si el casco fuera obligatorio. El porcentaje subía al 60% para el grupo de 18 a 34 años, quedándose en un 52% para el de 35 a 49 años y un 42% para el de 50 a 64.
¿Y los usuarios que ya tenían una e-bike? De las 50.000 personas encuestadas, 16.601 ya tenían una bicicleta eléctrica. Casi una cuarta parte de ellos dijo que "no", o que "probablemente no" seguirían usándola si el casco fuese obligatorio. Y otro apunte: no hay apenas diferencias entre mujeres u hombres.