El estudio canadiense al que se refirió Carles Corcuera (portavoz del grupo socialista) en la pasada Comisión de Seguridad Vial y publicado el pasado 14 de mayo en el British Medical Journal demuestra, según Conbici, que la imposición del casco “no tiene ningún efecto mensurable en el número de lesiones graves sufridas en la cabeza”.
Seguí no sólo reconoció conocer dicho estudio en la pasada comaprecencia en el Congreso, sino que afirmó que había otro posterior -de los mismos autores- que avalaba su posición. ConBici reta a la Directora General de Tráfico para que lo saque a la luz.
El estudio, que se apoyó en los datos de 66.716 hospitalizaciones de ciclistas (adultos y niños) de diez provincias de Canadá entre 1994 y 2008 (en seis de ellas era obligatorio, mientras que en las restantes era voluntario), demostró que las tasas globales de lesiones en la cabeza para los adultos y los niños no eran sensiblemente alterados por la legislación que obliga al uso de casco.
“Retamos a María Seguí a que saque a la luz ese estudio canadiense”
Seguí, que en la comparecencia reconoció la existencia de dicho estudio, afirmó, sin embargo, que había otro posterior -y de los mismos autores- que avalaba su firme posición de los beneficios de la imposición a la hora de reducir las lesiones en la cabeza.
Pues bien, desde ConBici han querido retar a la Directora General de Tráfico a hacer público ese estudio, del que aún no se sabe nada, de esta manera: “Retamos a la Sra. Seguí a sacar ese estudio canadiense de los mismos autores pero posterior y que supuestamente avala sus tesis sobre las bondades de hacer el casco obligatorio a todos los ciclistas por todas las vías”, insisten.
Los autores, un equipo de profesores de la School of Public Health, de la Universidad de Toronto, habían defendido en 2010 que el uso del casco no guardaba relación con con cambios en el uso de la bicicleta ([ver aquí](http://www.ncbi. nlm.nih.gov/ pubmed/20587815 "Consultar el estudio")), argumento en el que se apoyó Seguí justamente para defender la imposición de éste.
Pero ahora, estos mismo investigadores admiten que no hay relación entre la legislación a favor de la imposición del casco y la reducción de las lesiones en la cabeza.