Como todas las tardes, el sol de Belfast (Irlanda del Norte) entraba en el recibidor de mi casa con cierta timidez. Yo había tenido un día de trabajo muy ajetreado y, me acuerdo perfectamente, agradecí especialmente ese paseo en bicicleta ‘after work’.
El aire en la cara, la sensación de poder desconectar de todo, el poder poner mis pensamientos en orden… Cuando crucé el umbral de la puerta dejé la bici en la entrada, como todos los días, pero me fijé en la luz. En la calidez del conjunto. Y, como forma de darle las gracias por la felicidad y calma que me había regalado, decidí hacerle una foto a mi bici.
Es una Charge Plug Single Speed y, aunque tengo dos bicicletas más (una Canyon Ultimate CF SLX y una Cervelo S2), es con la que voy y vuelvo siempre de trabajar. Las otras… Las cojo siempre que puedo, cosa que no es fácil con tres hijos pequeños y una preciosa y paciente mujer. Además, estoy metido en un proyecto llamado VeloVisual, en el que creo ilustraciones de bicicletas bajo demanda.