Los ciclistas de las principales ciudades de Canadá, al igual que los de otras grandes urbes del planeta, se enfrentan en su día a día a una gran paradoja: las principales vías ciclistas se ubican en las grandes avenidas, lo que provoca que rodar por ellas suponga respirar grandes cantidades de humo de los coches que no se encontrarían si su ruta discurriese por calles menos transitadas.
Conscientes de tal situación, la profesora de la Universidad de Toronto Marianne Hatzopoulou ha creado la app Clean Ride Mapper, que muestra al ciclista en la pantalla de su teléfono móvil el recorrido más idóneo para llegar a su destino inhalando la menor cantidad posible de aire contaminado.
Aunque hay más contaminación dentro de los vehículos los ciclistas inhalan más por su ritmo respiratorio
“Los estudios han demostrado que la concentración de partículas contaminantes en el aire es mayor en el interior de los vehículos que fuera de ellos” ha explicado Hatzopoulou. “Sin embargo, los ciclistas tienen un ritmo respiratorio superior, lo que significa que inhalan una mayor cantidad de estas partículas contaminantes, que penetran de manera más directa y dañina en los pulmones”.
Clean Ride Mapper es el resultado de un minucioso estudio llevado a cabo por Hatzopoulou en las vías ciclistas de de dos de las principales ciudades del país norteamericano. Primero, la profesora recorrió los 611 kilómetros de carril bici de Montreal midiendo los índices de contaminación en distintas horas del día y tanto en invierno como en verano. Después hizo lo propio en Toronto. Todo, a bordo de coches equipados con medidores de la calidad del aire.
Las conclusiones sorprenden: no siempre las calles más tranquilas están menos contaminadas
Las conclusiones de Hatzopoulou, plasmadas en la app, son sorprendentes. No siempre las calles más tranquilas son las menos contaminadas, ya que en los índices de polución influyen otros factores, como la altura de las edificios o la distancia entre estos. Es por ello que la aplicación sirve de gran ayuda para los ciclistas de ambas ciudades canadienses, que han recibido Clean Ride Mapper con los brazos abiertos.
Por el momento, el proyecto se circunscribe a Toronto y Montreal, aunque es posible que las autoridades de otras grandes ciudades del país, como Otawa o Vancouver, tomen buena nota y decidan implementarlo en sus propias calles. Para verlo en otros países del mundo habrá que esperar a que nuestros gobernantes -o emprendedores- decidan poner en marcha algo similar a este lado del mundo.