Bicicletas

Siete factores importantes al comprar una bicicleta que a veces no consideramos

Cada vez más gente nos pide consejo para decidir sobre qué bicicleta se compra. Nos llama la atención la cantidad de personas que se han decidido a tener una bicicleta en casa, pero también lo “perdidos” que se encuentran algunos. Aquí van siete factores de simple sentido común que, sin embargo, muchas veces no se tienen en cuenta.

Hay muchas pautas, detalles y elementos emocionales que dictan qué modelo elegimos al comprar una bicicleta. Pero no queremos entrar esta vez en aspectos demasiado técnicos ni, por supuesto, en cuestión de marcas o gustos, sino simplemente recordar unos cuantos conceptos de simple sentido común y que a veces, por la inexperiencia o las prisas, no se tienen en cuenta.

Recambios y servicio técnico

A veces nos cruzamos con una bicicleta de aspecto fascinante, magníficos componentes… y sólo disponible en alguna tienda extranjera por Internet. No tenemos nada en contra de este tipo de negocios, pero no está mal preguntarse qué pasará si alguna pieza se rompe (¿cuánto tardarán en enviar otra, cuánto costará o, incluso, si será posible encontrarla?) o quién y dónde nos arreglarán las averías. Las bicicletas son máquinas sencillas pero también exigentes, y hay modelos y marcas exóticos que quizá, no nos repararán bien en nuestra ciudad.

Pruébala antes

Antes de comprar una bicicleta, súbete en ella. En ella, en la de algún amigo que tenga una parecida, en la que nos dejen en la tienda. Sobre ese vehículo pasarás muchas horas de tu vida y tu comodidad, felicidad e incluso salud dependerán de que se adapte como un guante a ti. Vuelve a acostumbrarte a una bici, y piensa en tu cuerpo. Conceptos como deportividad extrema o equipada con los mejores componentes están muy bien sobre el papel, pero quizá no sean prácticos en la vida cotidiana. Que, a la postre, el “tacto” y las “sensaciones” son muy distintas en cada persona, y vitales para sentirnos totalmente integrados en nuestra montura.

Ten claro el uso que le darás

No es una cuestión de estética sino de practicidad. La bicicleta es un vehículo bello, pero sobre todo útil. Antes de pensar en qué color ”nos pega” más considera, con precisión, cómo y para qué usarás esa bici. ¿Usarás de vez en cuando el transporte público? Quizá te interese una plegable. ¿La vas a subir a tu casa y no tienes ascensor? Prioriza la ligereza. ¿Tienes o vas a tener hijos, harás incursiones en el campo, piensas salir a la carretera…? Cada persona es un mundo, y tú te conoces mejor que nadie. Existe la bicicleta perfecta, pero tienes que buscarla.

La bicicleta es un vehículo muy emocional… Pero está bien ser también “racionales” en su compra

Incluye en el presupuesto los accesorios fundamentales

El ciclismo exige tener una bicicleta… y accesorios imprescindibles. Si tienes un presupuesto limitado quizá te interese más una bicicleta bien equipada que el último y más llamativo modelo. Hay complementos que tendrás que comprar, como luz delantera y trasera, candado (o candados), mochila, ropa para el invierno, si lo crees necesario casco… Y quizá la bicicleta que más te gusta ni siquiera los admitirá, mientras que tu segunda o tercera opción hasta lo equipa de serie.

Si algún día la quieres vender…

Lo más probable es que tu bicicleta se convierta en un una fiel compañera durante muchísimos años, pero la vida da muchas vueltas y un cambio de residencia, lugar de trabajo o hábitos pueden aconsejarte cambiar de montura. Si quieres recuperar parte de tu inversión, considera que hay modelos más valorados que otros en el mercado de la bicicleta usada. Una marca prestigiosa, con una imagen imperecedera y reconocida fiabilidad mecánica tendrá un valor mucho mayor en el mercado de segunda mano que el de un modelo hoy innovador y llamativo pero quizá pronto frívolo, trasnochado e incómodo.

Consulta el mercado de segunda mano

Y, muy al hilo con lo anterior… Plantéate también echarle un ojo a bicicletas usadas (ojo, usadas, NUNCA ROBADAS). La mejor bici para ti no tiene por qué ser siempre la última del mercado. Hay infinitas opciones, magníficas bicicletas usadas en perfecto estado, que apenas necesitan unos pequeños “retoques” y cuyo precio, comparado con una nueva y similar, llega a ser ridículo. De la misma manera, hay todo un sector especializado en bicicletas usadas y recambios: sólo de ti depende buscar un poco, informarte y, por supuesto, exigir todas las seguridades una vez adquirido el producto.

Y sí… el dinero

Hay una verdad por encima de todas: no hace falta gastar mucho dinero en una bici, y esa es una de sus grandes virtudes. Las bicis son maravillosas y, en general, baratas. Pero también son tan agradecidas y útiles que merece la pena invertir en ellas, tanto en comprarlas como en mejorarlas o mantenerlas. Si podéis, dedicarle tiempo y dinero a investigar, preguntar, leer y, finalmente, elegir. Una buena bici, la vuestra, será algo muy parecido a un caballo, a una novia, a una visita al psicólogo o a una buena dosis de sexo. Mejorará vuestra vida y, para colmo, también la de los que os rodean.

Suerte y… ¡A pedalear se ha dicho!