Se llaman Beercycling, y organizan un recorrido ciclista por, según ellos, las mejores fábricas de cerveza y cervecerías de toda Bélgica y Holanda, lo cual es mucho decir. El objetivo, pedalear entre “la Pinta A y la Pinta B” bien acompañado y ganándote, a base de esfuerzo, cada bebida ingerida.
La idea parece atractiva para todos aquellos ciclistas a los que les guste la cerveza, y según los organizadores “no es necesario ser un ciclista experimentado”. Es sabido que Bélgica y Holanda no son países demasiado exigentes en lo que a cuestas se refiere, y también que constituyen un paraíso tanto para los “bicicleteros” como para los “cerveceros”.
No es sólo eso: según Beercycling, el objetivo es también conocer “la cultura, la historia y la tradición” de estos países, además de compartir la experiencia con “gente parecida a ti”.“No somos un simple operador de viaje”, aseguran en Beercycling, sino que reúnen a “pequeños grupos donde todos los niveles son bienvenidos”. La empresa, dice, “construye relaciones con las fábricas y bares para crear una aventura única”.
Hay distintos recorridos posibles (de entre 4 y 9 días y por diferentes zonas), y las inscripciones ya están abiertas. Recorrer, por ejemplo, unos 300 kilómetros durante 10 días, cuesta 2.600 dólares, unos 2.090 euros. Eso sí, menos el billete de avión, está casi todo incluido: nueve noches de hotel, bicicleta y mochila, todas las comidas y desayunos, tres cenas gourmet y catas en diez fábricas de cerveza te están esperando. ¿Te apetece?