Carolina Dussan, 27 años. Una joven residente en Bogotá, apasionada de la bicicleta y muy comprometida con el ciclismo urbano: por eso participaba desde hace dos semanas en el programa Al Colegio en Bici, en el que guiaba a niños hasta la escuela en su bicicleta para fomentar el ciclismo entre chicos desfavorecidos.
Así fue hasta que, el pasado miércoles 2 de agosto Dussan, completó su ruta en la avenida Primero de Mayo con Carrera 24D, cerca del colegio República de Estados Unidos de América. Fue entonces cuando, al circular por la avenida, Dussan fue embestida por un autobús del SITP de Bogotá. Las heridas provocadas por lo ocurrido, finalmente, le produjeron la muerte el domingo.
Dussan llevaba dos semanas en el programa Al Colegio en Bici, y fue arrollada por un autobús
“Venía de dejar a los niños, terminando el primer turno de la mañana”, explicó su tía Yolima a Noticias Caracol “y conservando las normas que ella conocía”. Sin embargo, eso no fue suficiente. Como añadió Yolima, “en ese momento, venía un bus del SITP que la cerró y la embistió con la parte delantera izquierda. Mi sobrina cayó a la vía y las dos llantas de atrás le pasaron por encima”. El suceso quedó registrado en un espeluznante vídeo difundido por El Espectador, en el que se ve la excesiva velocidad a la que circula el autobús y cómo arrolla a la ciclista.
“Carolina Dussan no falleció por un siniestro vial: fue asesinada por un SITP”, denuncia Gabriel Corredor, ciclista urbano de la ciudad. No es el único que opina así: “No sólo es una ciclista menos en las vías”, denuncia Andrea María Navarrete, creadora del movimiento Mujeres Bicibles, “sino que le ponemos otro nombre a los muertos que dejan los ‘accidentes’ de tráfico, que suman más que los muertos que deja la guerra”.
“La bicicleta es libertad”, decía Dussan, dueña de tres bicicletas, en su cuenta de Facebook. Ayer, la ciclovía nocturna de Bogotá, que transcurrió entre las 5 de la tarde y las 12 de la noche, fue todavía más masiva de lo habitual (más de dos millones de participantes, según algunos medios de comunicación), y constituyó un homenaje a Dussan. “ No será una fiesta, será un homenaje a la ciclista asesinada a manos de SITP”, explicaba Jesús David Acero Mora, activista ciclista y uno de los participantes.
“No falleció por un siniestro vial”, dice un ciclista local, “fue asesinada”
Según los datos oficiales, 11 ciclistas han muerto en lo que llevamos de año en Bogotá, y otros 311 han resultado heridos. En 2016, 72 personas murieron y 730 fueron heridas en hechos similares. Unas cifras preocupantes que, desde la distancia, seguiremos denunciando, al igual que, como siempre, aplaudimos y admiramos a la comunidad de ciclistas urbanos de Bogotá, una de las ciudades donde la bicicleta es querida y, por suerte, cada día más usada, lo que está mejorando a una ciudad que, ya en sí, es siempre apasionante y bellísima.