Bélgica, Holanda, Alemania, Polonia Lituana, Letonia y, finalmente, Rusia. Son los países que ha atravesado el ciclista belga Maarten van Middelem con un doble objetivo: ver a su selección de fútbol en el Mundial y recaudar fondos para una buena causa: la ONG Aldeas Infantiles SOS.
Maarten van Middelem salió de su ciudad natal, Bruselas, con destino a Kaliningrado, donde este jueves presenció el partido entre la selección de Bélgica e Inglaterra. En total, más de 3.000 kilómetros que han merecido la pena. En concreto, 3.117.
“Soy un gran fan de los Red Devils”, ha declarado Maarten. “Durante la pasada Eurocopa de Francia estuve en las gradas durante los partidos contra Hungría y Gales. Para los partidos de clasificación de esta Copa del Mundo, fui a Grecia y Chipre”.
En caso de que Bélgica se clasifique, Maarten tiene intención de seguir a su selección a golpe de pedal hasta el final. Al menos en la medida de sus posibilidades. “Si Bélgica llega hasta las semifiniales y juega el partido de consolación por el tercer puesto, puedo ir a San Petersburgo. Y si lo hacemos realmente bien y llegamos a la final, entonces sí: cogeré el tren nocturno a Moscú”.
Maarten, que trabaja como funcionario, se ha tomado un mes de vacaciones para su viaje. Preguntado por la condición física, asegura que no se ha preparado especialmente y estar en buena forma, asegura. En promedio, ha viajado 100 kilómetros por día. “Cuando llego a una ciudad hermosa, planeo un día de descanso para explorar la región. Espero que el clima esté de mi parte. Y, sobre todo, que los Red Devils hagan su trabajo”. Por el momento, lo están haciendo.