Su ciudad favorita es Nueva York, adora viajar y comer y no tiene pelos en la lengua. Sus fotos son un reflejo de sí misma y, su web, “una puta mirada a este mundo, un puto viaje a la vida”. Así, franca, directa, es Chiara Redaschi. Italiana, 28 años. Casi siempre sonriente. Y, en sus propias palabras, “sólo una chica que adora la fotografía”.
Visto lo visto, también la fotografía se ha enamorado de ella. Porque hay quien se pasa media vida cámara en mano, sin arrancar una buena imagen, y quien, como Chiara, empezó a hacer fotos en 2014 y sabe extraerle magia a sus ojos. “Fue la fotografía la que vino a mí, probablemente, y no al revés”, cuenta. Y algo parecido ocurrió con el ciclismo: “Nunca he sido una gran ciclista, y al principio prefería fotografiar bicicletas en vez de montar en ellas. Pero ahora tengo una Liv Langma Advanced Pro 0 y tengo que reconocerlo: adoro pedalear”.
Y así fue cómo empezó: yendo a ver carreras, aburriéndose un poco y, casi como un entretenimiento, empezando a fotografiarlas. Poco después, ya es toda una referencia gracias a sus trabajos para diferentes marcas o, sobre todo, su cobertura de pruebas como el Giro de Italia y el Red Hook Criterium.
Porque eso, los (y las) ciclistas, son probablemente su especialidad. “La bicicleta es felicidad y dolor, satisfacción y la suficiente libertad como para entenderte a ti mismo. Te da la posibilidad de ver fabulosos paisajes, y una perspectiva del asfalto completamente distinta. ¿Fotografiar ciclistas? Adoro ver a alguien sobre una bicicleta. Todo es perfecto. Tom Dumoulin, Niki Terpstra… cualquiera de los grandes. Tienen una imagen tan fascinante sobre sus bicicletas que podría pasarme horas mirándolos”.
No está tan entusiasmada, en cambio, al hablar sobre el ciclismo urbano en su país. “No hay casi carriles bici, no respetamos a los ciclistas… y la gente prefiere subirse a un coche para ir a sitios a los que podrían ir fácilmente en bici. Debemos cambiar nuestra mentalidad. Ojalá lo logremos, aunque sea poco a poco”.
Acompañada por sus inseparables Canon, una 5D Mark IV y una antigua Mark II, Redaschi sólo tiene un consejo para aquellos que quieran dedicarse a esto: ser uno mismo. “Piensa que tipo de instantánea quieres obtener e intenta conseguirla. Hazlo a tu manera, transmite tu estado de ánimo… Para mí, lo importante es captar los pequeños momentos, las cosas que quizá están ocultas para el resto de la gente. Las cosas a las que los demás no prestan atención son, para mí, las importantes. Y, por supuesto, fíjate en las emociones. Puedes conseguir un encuadre perfecto, una luz ideal, pero si no hay emoción, si no quieres transmitir una historia… te estás perdiendo lo más importante”.