Barcelona es un lugar envidiable para moverse en bicicleta. No en vano, ocupa el undécimo lugar en el índice Copenhaguenize, que establece cuáles son las mejores ciudades del mundo para pedalear. Y sin embargo, eso no significa que no quede mucho por hacer para consolidar el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Esa es, al menos, la opinión de muchos ciclistas urbanos de la capital catalana. Y entre las mejoras más urgentes, la de muchos de los carriles bici de la ciudad. Así lo ha manifestado la agrupación de usuarios de bicicleta de Barcelona, Amics de la Bici, que ha protestado por el actual modelo de carril bici bidireccional y ha reclamado al Ayuntamiento que actúe de forma urgente “para solucionar problemas estructurales graves”.
Amics de la Bici denuncia que el actual modelo “low-cost” de carriles bici, diseñado por el equipo de movilidad del anterior alcalde de Barcelona, Xavier Trias, “tiene muchos problemas de difícil solución, aparte de la anchura insuficiente e insegura para la circulación en ambos sentidos”. La asociación considera que “la separación con la zona de aparcamiento es insuficiente, nos comemos la puerta del coche” y, cuando los conductores acceden a los vehículos aparcados, “el carril bici se convierte en una acera”. Y añaden que estos carriles bici son “un muro donde la bicicleta no tiene acceso a las calles que lo cruzan”, lo que han ejemplificado con el caso de la calle Londres, que “no conecta con la Diagonal, lo que lo convierte en un elemento inútil para la movilidad ciclista”.
La agrupación de ciclistas también han criticado que “en las esquinas mientras que, según la normativa del Ayuntamiento de Barcelona, las bicicletas tienen prioridad cuando los vehículos a motor giran y cortan su paso en el carril bici.