Ni por cuestiones de movilidad, ni para tratar de descongestionar la ciudad, ni por una cuestión de salud pública. La economía ha jugado un papel fundamental para que las autoridades de Toronto (Canadá) hayan decidido construir un carril bici que viene siendo demandado por los ciclistas desde hace tiempo.
La nueva infraestructura, que se ubicará en la calle Bloor, entre Shaw Street y Avenue Road, se probará durante un año. Pasado ese tiempo, los propietarios de los negocios de la zona serán los encargados de evaluar cómo el carril bici ha influido en las ventas de su comercio.
Muchos de los pequeños comerciantes de la zona ya han mostrado su buena predisposición a la construcción del carril bici. Están convencidos de que servirá para dinamizar la zona y atraer más clientes. Algunos, sin embargo, se muestran más reticentes, especialmente por el hecho de que el carril bici va a eliminar numerosas plazas de aparcamiento en la calle.
“Las investigaciones que se han realizado hasta el momento apuntan a que potenciar el tránsito de peatones y el número de ciclistas tiene una influencia claramente positiva sobre el comercio”, ha apuntado el concejal Joe Cressy.
Toronto ya se hizo popular entre la comunidad ciclista internacional al preguntar a sus habitantes dónde querían que se construyeran nuevos carriles bici. Lo hizo a través de una encuesta online en la que llamaba a participar a todos los ciudadanos.