Muchas de las más grandes historias nacen en lugares modestos, y varias (en el mundo empresarial) surgieron en un garaje. Apple; Microsoft; Google; Amazon. O, en la industria de la bici, Canyon, nacida en el de la familia de Roman Arnold en Coblenza, Alemania.
Guiado por la pasión por la bicicleta, Arnold empezó a competir en carreras para adolescentes y, con su padre (comercial), importar componentes de Italia. El hijo competía; mientras, el padre desplegaba un viejo remolque azul (aún se exhibe en la sede central de Canyon) y vendía neumáticos o maillots. El negocio creció. Pero el padre de Roman murió y no pudo ver cómo éste y su hermano Frank lo lograban: del garaje inicial, en el que en 1985 surgió la entonces llamada Radsport Arnold, se mudaron a una tienda mayor. A importar bicicletas. Y, en 2002, a rebautizar el proyecto como Canyon y fabricarlas. "Nuestro objetivo", cuenta la marca, "es fabricar las mejores bicis. Diseñamos, desarrollamos y probamos todos nuestros productos".
"Nuestros ingenieros, departamento de I+D y laboratorio de pruebas son parte vital. Nuestros estándares de calidad son superiores a los del resto. Y la otra pieza fundamental es la experiencia y opiniones de ciclistas profesionales. Porque una bici puede dar buenos resultados en el laboratorio, pero el mejor test siempre serán las competiciones de máximo nivel: las grandes vueltas, las copas del mundo, los Ironman".
"El producto". Eso es lo que casi siempre contesta Roman Arnold, que en 2020 dejó de dirigir la compañía pero que sigue trabajando en ella, cuando le preguntan qué diferencia a su marca. Producto y, claro, modelo de negocio, donde Canyon es innovadora: desde 1996 apostó por la venta directa, siendo una de las primeras del sector en vender directamente a sus clientes. "Queremos que disfruten de la mejor bici al mejor precio", explican, "y la ausencia de intermediarios elimina márgenes de distribución y el correspondiente incremento del precio final. Diseñamos, fabricamos, montamos y enviamos nuestras bicis, y controlar el proceso completo nos permite garantizar la máxima calidad al mínimo precio".
Siempre atentos
Eliminar intermediarios permite estar más pendiente y cerca de los clientes. "Sólo en mi departamento", dice Sergio Moreno, responsable de Customer Service, "somos 8 personas dedicadas exclusivamente a ayudarles en todo el proceso de compra. Desde la primera duda o curiosidad, al asesoramiento sobre el material más adecuado para el uso que quiere darle, y terminando con la asistencia posventa". Todo, subraya Moreno, en castellano y desde su sede física en Tres Cantos, Madrid.
Las consultas llegan a través del chat y el teléfono (los más inmediatos) o un formulario de contacto (siempre contestado antes de 48 horas). Aunque muchas y variadas, las dudas suelen centrarse en tres aspectos: qué hacer si recibes una bici que no es de tu talla o no es lo que esperabas, desde dónde se realizan los envíos y qué hacer si, pese a las facilidades e información, no eres capaz de montar tu nueva bici. "En el primer caso", explica Moreno, "ofrecemos en todas las compras un plazo de devolución gratuita de 30 días, tiempo suficiente para conocer el modelo, ver cómo funciona y decidir con seguridad si es lo que necesitas". Respecto a los envíos, salen directamente desde la fábrica en Alemania, aunque la posventa, gestión y asistencia se realizan desde España para facilitar procesos y disminuir tiempos. Y, respecto a la incertidumbre de no saber montar bien la bici, Moreno no tiene dudas. "Puedes estar tranquilo", asegura. "Las enviamos montadas al 95% e incluyendo las herramientas necesarias para ese último paso. Lo único que deberás hacer es colocar la rueda delantera, ajustar el manillar/cockpit y terminar de ajustar la tija a la altura deseada. Y si, aún así, tienes dudas… ¡siempre estamos disponibles para ayudarte!".
"Las enviamos montadas al 95% e incluyendo las herramientas necesarias para ese último paso" (Sergio Moreno, Canyon)
A tu servicio
También desde las oficinas de Canyon Iberia en Madrid seis personas trabajan en el servicio técnico. Según su responsable, Jorge Ortega, su trabajo es asesorar a los usuarios sobre cuestiones técnicas. "Tramitamos reparaciones y garantías. En nuestro taller atendemos a los clientes que quieran acercarse, pero también gestionamos recogidas por mensajería tanto de componentes como de bicis completas". Un sistema que pronto se perfeccionará aún más. "Tendremos una red de talleres oficiales por toda la Península", dice Ortega, "y seremos más eficaces para acercarnos, aún más, a nuestros clientes". La posventa, eso sí, es más fácil con una Canyon: "El material es bueno y no trabajamos con gamas bajas", asegura, "por lo que las incidencias son mínimas y fácilmente subsanables. Al ser el servicio oficial de la marca y ser nosotros mismos ciclistas y usuarios, conocemos a la perfección nuestro producto y la atención es muy especializada".
Tocarlas y probarlas
Contacto directo, entrega en tu casa... ¡pocas marcas son tan cercanas! Aunque la web de Canyon ofrece muchísima información e imágenes de todos sus modelos, muchas personas quieran ver, tocar y probarlos. Por eso la marca hace un gran esfuerzo para facilitarlo. Bien lo sabemos en Ciclosfera: en 2021 organizamos con la marca una jornada de test de bicis urbanas sólo para mujeres que resultó todo un éxito. Canyon también acaba de ser protagonista en Ciclosferia, la primera feria de ciclismo urbano que hicimos en mayo en Valencia. Como patrocinador ORO del evento, Canyon aprovechó para mostrar sus bicis a los más de 10.000 visitantes… ¡y muchos de ellos, hasta 112, recorrieron con ellas la ciudad! Si durante los próximos meses quieres probar una Canyon, lo tienes fácil: la marca ha confirmado su presencia en Sea Otter Europe, que se celebra en Girona el fin de semana del 23 al 25 de septiembre. Y, en la misma ciudad, Canyon también formará parte de la SGRAIL 100, un fascinante triatlón gravel tan divertido como aventurero.
4 razones para comprar online
01. Mejor relación calidad / precio.
Cuando compras Canyon, le compras directamente a ellos. Sin intermediarios que aumenten el precio, y lo que ahorran se refleja en el coste.
02. Comunicación rápida y eficaz.
Canyon invierte mucho en su web y servicio de atención al cliente para que el proceso de compra sea muy fácil y puedas contactarles en cualquier momento. Ninguna duda es menor: cualquier consulta será atendida. Y si te equivocas al pedir un artículo, no te preocupes: podrás devolverlo o cambiarlo de forma rápida y sin estrés.
03. En tu casa.
Al comprar una bici tienes que pasarte por una tienda a verla y, quizá, recogerla otro día. Una Canyon, no: aunque puedes ir a por ella a su showroom en Coblenza (¡ojalá!), preferirás recibirla en casa. Una vez allí, los sencillos vídeos de desembalaje y montaje y las herramientas que recibirás te lo van poner muy fácil.
04. Pago flexible.
Si Canyon tiene cada vez más clientes es porque, además de calidad, pasión y experiencia, ofrece métodos de pago flexibles. Tarjetas de débito, crédito, PayPal, transferencia… ¡Y la opción de financiarla sin intereses!