1. Madruga. Las primeras horas del día son las mejores para pedalear. Además de encontrar menos tráfico, disfrutarás de unas temperaturas más frescas. ¿Eres de los que detesta madrugar? Créenos: cuando estés en plena rodada te darás cuenta de que ha merecido la pena. Porque madrugar para hacer lo que más te gusta… no es madrugar.
2. Revisa tu bicicleta. Sí: este consejo es válido para cualquier época del año. Infla las ruedas (si no lo están del todo requerirás más esfuerzo para desplazarte), engrasa la cadena, ajusta bien los cambios y frenos… Cualquier contratiempo en mitad de una rodada se hace aún más cuesta arriba si está cayendo un sol de justicia.
3. Planea tu ruta. Si vas a moverte por ciudad, ten en cuenta que el camino más corto no siempre es el más idóneo. A menudo, dar un pequeño rodeo te puede servir para librarte de un molesto atasco: elige calles tranquilas. Si tu ruta es por carretera o montaña, decántate por la que tengan menos desnivel.
4. Mide tus energías. Sudar es necesario para tu cuerpo. Pero hacerlo más de la cuenta puede dar como resultado la temida ‘pájara’. Dosifícate y ten muy en cuenta dónde están tus límites. No compitas contra nadie, ni siquiera contra ti mismo. Ten siempre en cuenta que lo más importante es disfrutar.
5. Hidrátate. Un consejo extensible a cualquier actividad física que hagas durante el verano: es importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio. No esperes a tener sed: beber un buen trago de agua cada 15 minutos es una regla sencilla de recordar y a tener siempre en cuenta. Si paras a comprar algo de agua y ésta está muy fría, procura beber despacio: por mucha sed que tengas, tu cuerpo lo agradecerá. Y si quieres que el agua del bote que llevas contigo esté siempre fresca, congela la mitad el día anterior. Un truco para saber si te hidratas correctamente: si el color de la orina tras salir en bici es demasiado oscuro, señal de que no has bebido lo suficiente.
6. Elige bien la ropa. Es importante equiparte con lo necesario para pedalear en esta época del año. La ropa transpirable es tu mejor aliada para que tu cuerpo lidie con el calor como debe. Ten en cuenta, también, el color de las prendas: las más claras son las más indicadas para no atraer el sol más de la cuenta. Por muy bien que creas que te queda ese maillot negro, no es la mejor idea para esta época del año. Si es de los que se abren completamente, agradecerás sentir el aire fresco en el pecho en plena rodada. ¡Y no olvides unas buenas gafas de sol.
7. Protege tu piel. Al igual que la ropa, una buena crema protectora es fundamental. Por muy poco tiempo que creas que vas a pasar al sol, elige una que cuente con un factor de protección elevado. Y si la ruta va a ser larga, plantéate llevar contigo un pequeño bote para aplicarte un poco de crema de vez en cuando.