¿Por qué te especializaste en este ambiente?
Conocí el tema del piñón fijo por un amigo, que me introdujo en este mundo. Empecé a usar una bici de piñón fijo, conocí a gente en Barcelona, sobre todo del colectivo Enciclika que me permitió conocer más profesionalmente el sector y terminaron introduciéndome en el Red Hook Criterium, en el que terminé participando como fotógrafo oficial. Gracias a eso, ahora puedo ir a casi todas las pruebas del calendario Red Hook.
¿Cómo es cubrir, como fotógrafo, un Red Hook Criterium?
Lo más importante es estar en el mejor punto, encontrar el lugar desde el que poder hacer las mejores fotos. Por lo general, intento llegar muy pronto y darme una vuelta por el circuito para encontrar los mejores puntos, y luego voy puliendo la búsqueda en las pruebas clasificatorias.
Pero la carrera final es nocturna, lo que debe cambiar mucho las cosas…
Sí claro… Te cambia la luz, es mucho más oscura, lo que obliga a mucha gente a usar flash Yo prefiero usar la luz natural: es complicado porque hay zonas muy oscuras, pero me intento apañar y hacer todo lo que puedo. Eso sí: no paro quieto en el mismo sitio casi nunca, sino que no paro de buscar el lugar ideal.
¿Qué diferencia al Red Hook Criterium de otras pruebas similares?
Es el que lleva mas tiempo, el que tiene una organización más seria y profesional y en el que participan las marcas más grandes e importantes. Todo eso lo convierte en una prueba mucho más grande, y crea un ambiente muy especial. Eso sí, otros criteriums, como el criterium de Gijón o el de KantoiKrit (que se celebra en Oñati, Guipuzcoa) son también muy atractivos.
¿Qué hace mejor o peor un criterium?
El que los corredores sean muy profesionales, que lo den todo en la carrera. Cuando los corredores lo dan todo es cuando consigo mejores fotos: esa intensidad se transmite de la pista a mi objetivo.
¿Cómo son los corredores de este tipo de pruebas?
Cada vez más profesionales. Se mezcla la gente que compite en velódromos con expertos en criteriums o, incluso, profesionales del ciclismo en carretera. En todo caso, es un ambiente muy exigente, en el que muchos prueban suerte pero no todos se quedan.
¿Y la estética? ¿Cómo definirías el ambiente que se vive en una de estas pruebas?
Es una cultura muy especial, muy auténtica, con una gente muy especial. Se puede distinguir a los que se mueven en bici a diario, a los que son mensajeros, a los que son profesionales… Y sí, hay una estética muy especial. Creo que la han implantado los mensajeros: la ropa, las mochilas, las gorras… Una moda muy auténtica, muy fácil de distinguir. Y es verdad que, a veces, hay casi más espectáculo fuera de la pista que dentro.
El Red Hook Criterium de Barcelona se celebrará el 27 de agosto. ¿Cómo será?
Barcelona es un lugar muy especial: el mar y la montaña, la carrera en el Fórum junto al mar, el verano en una ciudad llena de cosas por hacer… Además, es un escenario perfecto para moverte en bici. Creo que la prueba del Red Hook Criterium ha llegado a Barcelona para quedarse: por la ciudad, el escenario de la prueba, el clima y la cultura ciclista local resulta muy atractivo para que el espectador venga y, ya de paso, se empape del ciclismo barcelonés. Ya la semana de antes se “huele” en la calle que habrá criterium: hay todavía más bicis en las calles, viene gente de fuera…
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