Que Madrid tiene ganas de bici es algo que se nota cuando uno pasea o pedalea por sus calles. Cada vez son más los madrileños que se dan cuenta de que el ciclismo urbano es la solución a muchos de los problemas de congestión y contaminación que sufre la ciudad, en un cambio que va a más tras años a la cola de la movilidad ciclista en España.
Parte de la culpa de esa aún lenta, pero imparable revolución ciclista la tiene BiciMAD, el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, del que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) acaba de hacer públicos los datos referentes al pasado año 2017.
Según el informe, BiciMAD cerró 2017 -primer año de gestión completa por parte de la EMT- como el mejor ejercicio de su historia, que se inicio con la implantación del servicio por una empresa privada en 2014 y pasó a ser municipal en 2016.
El uso de BiciMAD ha crecido un 19% respecto al año anterior
Tal y como apunta la EMT, durante los 12 meses de 2017 se alcanzaron los mejores datos en número de viajes con cifras nunca vistas desde la puesta en marcha del sistema, con más de 3.350000 de trayectos. La cifra supone un crecimiento del 19% respecto al año anterior.
Los meses de marzo, mayo, junio, septiembre, octubre y noviembre superaron respectivamente a los mismos meses de todos los años anteriores. Septiembre, además, pulverizó el récord de utilización mensual alcanzando los 378.368 desplazamientos, y octubre volvió a superar el récord absoluto logrando una cifra de 384 072 viajes, lo que supone un promedio de 12.389 viajes diarios en BiciMAD. En cuanto a los usuarios anuales, EMT cerró 2017 con 64.813 abonados, que ahora se sitúan en 65 100.
Todos los indicadores puestos en marcha por EMT hace un año han consolidado la evolución positiva del sistema. La evaluación de los resultados indica un significativo aumento de la disponibilidad de bicicletas, consolidan la drástica reducción de los errores en anclajes y mantiene la disminución lograda en las incidencias de los usuarios.
Cuando EMT asumió la gestión, las incidencias eran un 12% de los usos. Un años después, la cifra se situó en el 3%
La disponibilidad de bicicletas operativas en el sistema, que cuando EMT asumió el sistema tenía un promedio mensual de 1156, ha ido experimentando un rápido crecimiento y consolidando, a lo largo de los meses, valores cercanos a las 2.000 unidades, lo que supone prácticamente una disponibilidad total.
Los errores en los anclajes han sido otro de los indicadores que ha experimentado una reducción drástica, pasando de 286 anclajes averiados o no útiles de manera continuada a una media diaria de 51 anclajes en 2017. Cuando EMT asumió la gestión de BiciMAD, las incidencias de los usuarios suponían más de un 12 % respecto a los usos. Un año después, la cifra se situó en el 3%, donde se mantiene estable.
Unas cuentas equilibradas
En el apartado económico, la EMT cerró 2017 alcanzando el equilibrio entre ingresos y gastos. El sistema tiene dos fuentes de ingresos: los provenientes de los usuarios del servicio, variable según número de abonados y facturación de viajes, y la subvención por parte del Ayuntamiento, es decir, el canon que paga el Consistorio según el pliego vigente aplicando indicadores del contrato que asciende, como máximo, a 2,3 millones anuales. Adicionalmente en 2017 ha existido una subvención de capital del Ayuntamiento de 1,5 millones de euros dedicados principalmente a la ampliación del servicio.
El cierre de 2017 contempla una reducción del gasto operativo respecto al presupuesto inicial que permite a EMT cerrar el ejercicio alcanzando el equilibrio con un resultado sin pérdidas económicas. Las causas de la reducción del presupuesto están principalmente en el aprovechamiento de la actual estructura de personal, el establecimiento de sinergias y la reducción de consumos y materiales debido al mejor funcionamiento del sistema.