Según informa Europa Press, ayer viernes el alcalde de la ciudad, Xavier Trias, recordó la existencia de una lista de espera para usar el Bicing eléctrico. Según el propio Trias, la primera fase comenzó el 16 de diciembre de 2014, con 1.500 usuarios procedentes del Bicing tradicional y otros 2.500 interesados en “electrificarse”.
Durante esa primera etapa hubo una media de 115 usos diarios y un recorrido medio de 2,7 kilómetros, superior a los 1,9 registrados en el Bicing mecánico.
En la segunda fase, iniciada el pasado lunes, se suscribieron al Bicing eléctrico las 2.500 personas en lista de espera, apuntándose otras 319 en una nueva lista de espera.
Los usuarios del Bicing eléctrico pagarán un suplemento de 14 euros anuales y tarifas variables
Los usuarios que deseen usar el servicio pagarán un suplemento de 14 euros en su cuota anual de Bicing y tarifas variables según la duración del trayecto: 45 céntimos durante la primera hora y 80 por cada 30 minutos de más.
El sistema ha recibido ya algunas críticas, centradas sobre todo en que no se adapta a la orografía de la ciudad. “Algunas de las zonas con mayor pendiente”, afirma el diario El País, “como buena parte del distrito de Gràcia, del de Sarrià- Sant Gervasi (el núcleo antiguo), Horta-Guinardó casi por entero e igual en Nou Barris, no cuentan con estaciones del Bicing eléctrico”.
La prueba tiene un coste de unos cinco millones de euros y el Ayuntamiento prevé recaudar 650.000 euros. Según el alcalde, el hecho de la mayoría de estaciones de Bicing eléctrico se encuentren en aparcamientos subterráneos responde a una medida de seguridad.
Las bicicletas eléctricas, valoradas en más de 1.000 euros, disponen de una autonomía de 40 kilómetros y pueden alcanzar los 20 kilómetros por hora gracias a su motor trasero, que tarda cuatro horas en cargarse. Las monturas han sido fabricados por la empresa gerundense Ecobike con la colaboración de otras pymes catalanas: Neodi, AFT, Mundilec, Circontrol, Zedis y Noval.