Sólo 200 gramos de peso, construido en madera de caoba y un tamaño reducido que prácticamente cabe en una mano. Y pese a ello, un auténtico prodigio tecnológico. Así es Appmósfera, el dispositivo que la empresa malagueña Urban Clouds ha desarrollado para medir la contaminación en Málaga, su ciudad. Un aparato que cuenta con cuatro tipos de sensores diferentes que miden los distintos tipos de contaminación atmosférica, además de parámetros como la temperatura y la humedad, y que portarán una grupo de ciclistas voluntarios de la ciudad andaluza.
“El problema de la calidad del aire nos afecta a todos, y todos tenemos que aportar nuestra parte de solución”, explica Daniel Caro, CEO de Urban Clouds. La start-up, fundada a finales de 2013, siempre entendió que buena parte de esa solución pasa por el ciclismo urbano. “Venimos del mundo de Internet y encontramos un nicho muy interesante en el ciclismo urbano”, recuerda Caro. “Empezamos a preguntarnos por qué la gente no usa más la bici, e identificamos algunos de los riesgos a los que se enfrentan los ciclistas. Es paradójico: los ciclistas urbanos fomentamos el uso de la bici para luchar contra la contaminación y la respiramos constantemente. Por eso nuestro proyecto inicial era una bicicleta eléctrica inteligente con sensores, capaz de identificar las zonas con mayor contaminación para, en esos casos, elevar la potencia del motor y conseguir que la persona respire menos aire contaminado. Una bicicleta que, al mismo tiempo, estudie las rutas y proponga otras más limpias al ciclista”.
“Empezamos a preguntarnos por qué la gente no usa más la bici, e identificamos algunos de los riesgos a los que se enfrentan los ciclistas”
De aquel proyecto inicial surgió lo que hoy es Appmósfera. “Al Ayuntamiento le interesó la idea y nos propuso hablar con Correos, para poner esos sensores a disposición de los carteros. Más tarde nos llamaron de la consultora tecnológica Gartner, en EEUU, se lo enseñamos y destacaron nuestra tecnología a nivel mundial. Y ahora hemos querido regresar a nuestras raíces, que son las bicicletas. Estamos convencidos de que es necesario combinar todos los datos obtenidos para que se retroalimenten entre sí: los de las estaciones fijas, los de los carteros que se desplazan a pie y los de usuarios de bicicleta”.
Los desarrolladores de Appmósfera, que han invertido un largo año en perfeccionar el dispositivo, han conseguido un grupo de 30 voluntarios de todas las edades para que lleven la máquina y, en colaboración con el Ayuntamiento, puedan elaborar un mapa de la contaminación de Málaga. “Ofrecemos un mapa cualitativo y, al mismo tiempo, un servicio al ciclista, al que le permite conocer las rutas más limpias”, explica Caro. Por otra parte, el dispositivo se venderá también a nivel particular por un precio que arranca en 149 euros en el caso del modelo *do it yourself. *
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