¿Se ha movido alguna vez por Madrid en bicicleta?
Sí, pero con muchas dificultades. Lo he intentado desde mi residencia, al norte de la ciudad, hasta la Universidad, y es difícil. Y es muy grave, porque soy de los convencidos de que la bicicleta pacifica la ciudad. Hay que normalizar la bicicleta en Madrid.
¿Por qué no se ha apostado nunca por ella?
Porque no se la ha considerado un medio de transporte, sino algo bucólico, por la ignorancia de concejales negligentes. La incultura no es sólo no haber leído o no saber la fecha de muerte de Cervantes, sino también ignorar que la bici es un medio de transporte y que ha de estar habilitada para la ciudad. Eso es, sobre todo, lo que he encontrado en el Ayuntamiento del PP: ignorancia. Hay concejales de distrito que no conocen ni sus propias áreas.
¿Cómo “normalizaría” usted la bicicleta en Madrid?
Con espacios de circulación propios. La bicicleta no debe circular por los mismos lugares que los coches y los peatones. Para que la bicicleta tenga cabida en Madrid debe tener exclusividad, y los ciclistas no deben estar entre los coches sorteándolos. En Madrid hay una demanda enorme de ciclismo urbano, pero faltan las infraestructuras suficientes. Hay que abrir espacios ciclistas, y para eso hay que quitarle carriles a los coches y dárselos a las bicis.
“La bici debe tener exclusividad, los ciclistas no deben estar entre los coches sorteándolos”
¿Qué opina de Madrid Río o el Anillo Ciclista?
Que están bien, pero que no forman parte de un plan bici serio. Nosotros haremos un plan integral para introducir la bicicleta en Madrid. Hay que crear rutas dentro de la ciudad, facilitar información a los ciclistas a través de planos o aplicaciones para que sepan por dónde pueden circular mejor. Al mismo tiempo, por supuesto, hay que extender los aparcabicis en colegios o institutos. Madrid Río… Es un ejemplo de que es necesaria una demarcación más clara entre peatones y bicicletas. Se están produciendo accidentes, y hay que evitar conflictos.
¿Sabe lo que es una Masa Crítica?
Nació en San Francisco hace muchos años, ¿no? Me parece una buena idea… Me parece genial, porque supone poner en el mismo plano de igualdad a bicicletas, motos o coches. Yo me muevo en moto y metro, por cierto…
“La Masa Crítica me parece genial, supone igualar a bicis, motos y coches”
¿Cómo valora BiciMad?
Había que tener un sistema de bicicleta pública, era el camino, pero se ha hecho mal. Para empezar, la empresa concesionaria no cumple las revisiones de los pliegos, algo que habrá que revisar y corregir en cuanto lleguemos al Ayuntamiento. También hay problemas de seguridad: han desaparecido ya 400 de las 1500 bicicletas iniciales. Pero lo más importante es ampliar su radio de acción, y que llegue a las zonas universitarias. Sé que muchos de los alumnos irían encantados a clase en bici, por lo que lo haríamos inmediatamente. También creo que hay que establecer un tiempo inicial gratuito: es absurdo tener que pagar desde el primer minuto.
¿Cómo es el automovilista madrileño?
Necesita educación, porque está muy acostumbrado a no cumplir las normas. Algo, desde luego, que puede cambiarse en muy poco tiempo: también parecía imposible que cuajara el no fumar en los locales cerrados y ya se ha acostumbrado todo el mundo. Lo mismo pasará con la bici: si contagiamos al conductor a parar en los semáforos en ámbar, a no superar la velocidad máxima y a estar rodeados de ciclistas, en un mes estaré metido en la conciencia colectiva.
¿Por qué la bicicleta ocupa tan poco espacio en las propuestas políticas?
Porque implica quitar espacio a otros, cambiar el paradigma… Al principio genera un debate muy fuerte, pero puede lograrse. En seis meses la bicicleta estaría ocupando su lugar en Madrid. Y no se habla… Porque algunos recomiendan no hacerlo, porque se pierden votos.
¿Por qué el PP lleva gobernando 26 años en Madrid?
Tengo mucho respeto a sus votantes, así que quizá no hemos sabido ofrecerles una alternativa potente. El PP, que por cierto nos quitó el ayuntamiento con una moción de censura, pese a ser el grupo mayoritario, creó un nuevo paradigma que a corto plazo puede parecer interesantes, pero que a pronto queda al margen de las tendencias europeas en asuntos como la propia bicicleta, la cultura o el respeto al medio ambiente. Su política ha sido votada legítimamente, pero a largo plazo resulta nefasta, creando un paradigma ideológico apolítico, donde el interés individual forma parte de su propia idiosincrasia por encima del beneficio colectivo.
“La cuestión no es revolucionar Madrid, sino caminar hacia un cambio profundo”
¿Revolucionaría Madrid como alcalde?
La cuestión no es hacer un cambio radical sino profundo, y caminar sin pausa hacia él. Algunos están claros: viniendo a esta entrevista por una gran avenida de la ciudad, pensaba en que de tener un carril exclusivo se llenaría de bicicletas. En Madrid se pueden hacer muchas cosas: el clima, las distancias accesibles… Y, por supuesto, tener una policía ciclista para el cuidado y vigilancia de esos carriles bici exclusivos.
Muchos votantes han terminado pensando que PP y PSOE son lo mismo. ¿Qué le parece?
Que es una clara estrategia de los partidos pequeños para ganar su espacio, y un mensaje que han logrado que cale en la gente. Pero no es cierta: la universalización de la sanidad o la educación la sacó adelante el PSOE en contra del PP. Lo mismo pasó con el matrimonio entre personas del mismo sexo. Todo parecido entre PP y PSOE es pura coincidencia.
¿Cómo ve a esos “partidos pequeños” que, probablemente, serán decisivos para gobernar?
Con respeto y curiosidad. Los respeto porque sé que en ellos hay muy buena gente, con muy buenas intenciones. Y con curiosidad porque no conozco exactamente sus propuestas. Es, en todo caso, un fenómeno normal: cuando se produce un desgaste grande del partido de la izquierda se produce el afloramiento de pequeños partidos que reciben el voto de protesta. Es legítimo… Suele ser algo, también, transitorio, y muy beneficioso porque activa a los partidos de izquierda a reaccionar.