“El alcalde defiende sobre, todo, los derechos de los automovilistas, pese a que Bucarest es una de las ciudades más contaminadas del mundo”. Eso nos decía Alexandru Manda, responsable de la histórica marca local de bicicletas Pegas y uno de los personajes clave para entender el ciclismo en la capital rumana.
Sin embargo, las cosas parecen haber cambiado. La alcaldesa de Bucarest actual, Gabriela Firea (una mujer de 42 años que, desde junio de 2016, es la alcaldesa de la ciudad), ha propuesto fomentar el uso de la bicicleta de una original (y práctica) manera: ayudando económicamente a comprarla.
En efecto, Firea ha pensado entregar 110 euros a todo aquel que vaya a comprar una bicicleta, según asegura el periódico local Romania Insider.
No sería la única medida. Firea también ha anunciado una campaña para fomentar entre los automovilistas el respeto a los ciclistas. Y, además, se construirá nueva infraestructura ciclista: unos 250 kilómetros de carril bici, a los que se dedicarán unos 50 millones de euros.