En Ciclosfera nos cruzamos con bicicletas de todo tipo: en estos últimos tiempos, por supuesto, muchas de ellas cuentan con asistencia eléctrica. No en vano son la punta de lanza de la industria, ya que permiten extender el nicho de usuarios llegando a un público más amplio y se están convirtiendo en el medio de transporte elegido por cada vez más personas.
Dentro de ese amplio catálogo encontramos modelos para todos los gustos y, por extensión, presupuestos. Muchas veces hablamos de e-bikes con precios por encima de los dos mil, tres mil o cuatro mil euros, máquinas estupendas que, casi siempre, aconsejamos y cuyo precio viene justificado por distintos motivos: tecnología, diseño, rendimiento… Pero, de vez en cuando, también tenemos ante nosotros bicicletas con un precio mucho más accesible, como es el caso de esta You-Ride Amsterdam, con un PVP actual recomendado por la marca de 749€.
¿Qué nos ofrece esta You-Ride Amsterdam? Se trata, por encima de todo, de una bicicleta eléctrica útil, sencilla, sin grandes alardes tecnológicos pero con todo lo imprescindible para desplazarte día a día por la ciudad. En cuanto diseño, hablamos de una bicicleta muy compacta, de apenas 1,60 metros de longitud, con ruedas de 20 pulgadas y un discreto color negro en el que apenas llaman la atención los logos en verde de la marca y el modelo. En resumen, nada particularmente rompedor, pero tampoco estridente o innecesario: una bicicleta bonita, clásica y que transmite sencillez ya desde su aspecto exterior.
La You-Ride equipa un motor eléctrico de 250Wh y batería extraíble de 36V.
En cuanto al “diseño” interior (las características están aquí), probablemente lo más destacado sea su conjunto eléctrico, que la permite moverse con bastante agilidad en el tráfico urbano. La You-ride Amsterdam viene equipada con un motor de 250Wh, más que suficiente para la mayoría de necesidades de los usuarios, y alimentado por una batería extraíble de 10Ah / 36V. El peso de toda la bicicleta está, según asegura la marca, por debajo de los 25 kilogramos (en concreto, 24,4 kg), lo que nos parece una buena cifra (por supuesto, a un modelo de este precio no le podemos pedir excelencias en cuanto a materiales que disparen la ligereza). La combinación de motor y batería permite una asistencia hasta los 25km/h (como viene marcado por ley para una bicicleta de asistencia al pedaleo convencional), lo que nos permite utilizarla sin necesidad de matricularla, seguro o carnet de conducir. Según el fabricante, la autonomía estaría entre los 35 y 45 kilómetros. Aunque esa cifra siempre depende de distintas circunstancias (en particular, el nivel de asistencia que empleamos, la orografía del terreno a recorrer y el peso del usuario y su equipaje, por ejemplo), al menos en nuestro caso se ha cumplido, y cuidando mucho el mencionado nivel de asistencia hemos logrado recorrer casi cuarenta kilómetros (no demasiado exigentes en cuanto a cuestas, por supuesto).
La You-Ride Amsterdam permite recorrer unos 40 kilómetros con asistencia eléctrica.
Todo el equipamiento eléctrico se gestiona a través de un display situado en el lado izquierdo del manillar, cerca del freno delantero, en una posición habitual en este tipo de máquinas. El display cumple perfectamente su función: además del botón de encendido y apagado, con el que también se activan y desactivan las luces (después hablaremos de ellas), tiene el clásico doble botón para subir y bajar los niveles de asistencia, que en el caso de esta You-Ride Amsterdam son cinco. En la pantalla LCD, que se ve bien casi en cualquier circunstancia (incluso a plena luz del sol), se nos informa de valores como la velocidad a la que circulamos, la distancia recorrida, la asistencia que nos da el motor en ese momento o, por supuesto, la carga de la batería restante. El funcionamiento del controlador es preciso y cómodo e, insistimos, la visibilidad de la pantalla excelente.
Por último, y para terminar de hablar de la parte eléctrica, toca hablar de la batería. Es fácilmente extraíble, para lo que necesitamos una llave (cada bicicleta viene con un juego de dos llaves) con la que desbloquear el cierre y poder sacarla, lo que nos permitirá cargarla donde nos resulte más cómodo. La llave, de la batería tiene varias posiciones: encendido, apagado, bloqueo o, al apretarla, dicha opción de liberar la batería para sacarla del cuadro y poder enchufarla más fácilmente a la red eléctrica. El proceso es bastante sencillo, lo hemos repetido varias veces y no presenta ninguna dificultad.
Ya en marcha, la You-Ride Amsterdam se maneja con mucha soltura. Lo primero que llama la atención es el pequeño tamaño del manillar, muy estrecho (mide apenas 52 centímetros de anchura), lo que lejos de ser un inconveniente puede ser una ventaja a la hora de manejarse en el tráfico y tener que sortear vehículos. El sillín es fácilmente regulable en altura y, al igual que los puños del manillar, está cubierto con una piel marrón sintética bastante agradable al tacto.
El cambio es un Shimano de seis velocidades, y equipa frenos de disco delantero y trasero.
Para valorar el rendimiento de la You-Ride es necesario repasar, por supuesto, sus componentes. El cambio es un Shimano de seis velocidades, que manejamos a través de una maneta Shimano Tourney de una forma muy sencilla: el objetivo, más que el refinamiento, es la simplicidad y la dureza, y durante nuestra prueba no nos ha dado ningún problema. Respecto a los frenos, la Amsterdam equipa disco delantero y trasero, con un rendimiento idóneo para el tipo de uso que debemos darle a la bicicleta. En este sentido, el funcionamiento de la Amsterdam es más que correcto para un uso cotidiano en la ciudad.
Queda hablar, por supuesto, del equipamiento de la bicicleta y su plegabilidad. Son dos de los puntos fuertes de esta You-Ride Amsterdam: como hemos dicho, por un precio actual recomendado de 749€ incluye luces delantera y trasera, guardabarros delantero y trasero, pata de cabra y hasta un portabultos trasero, elementos todos ellos que la hacen plenamente equipada para rodar de forma inmediata en nuestro día a día. Respecto a la plegabilidad, no es mala: el proceso de plegado y desplegado es bastante sencillo, los engranajes parecen bastante resistentes y la bicicleta, una vez plegada, no ocupa demasiado espacio. Es evidente que su peso (insistimos, 24,4 kilogramos según la marca) no la hacen muy portátil, pero es de agradecer que cuenta con un caballete en la parte inferior del cuadro para protegerla cuando la dejemos en el suelo apoyada y, el hecho de plegarse en tres pasos, nos permite transportarla con mucha más comodidad (algo a lo que contribuye el hecho de que los pedales también se pliegan).
Conclusión: aquellos que necesiten, simplemente, una bicicleta eléctrica para recorrer distancias no demasiado largas, y no exijan grandes complicaciones técnicas ni sofisticación tecnológica, encontrarán lo que buscan en esta You-Ride Amsterdam. Porque, además de todo lo reseñado, este modelo cuenta con grandes ventajas: el poder recibirla en casa es una de ellas, pero todavía más el contar con dos años de garantía y la opción de poder devolverla en el plazo de 15 días si no estamos satisfechos. Eso sí, insistimos: no debe haber ningún motivo para que así sea si queremos una e-bike asequible, cómoda, estable y apta para el día a día.