Viajar en bici puede ser una gran aventura o un completo suplicio si no se va preparado. Y no me refiero a preparación física. Cualquier persona activa, acostumbrada a moverse diariamente, puede cargar sobre las piernas 60 kilómetros al día. Una buena alimentación, una cervecita al final del día y unas buenas 9 horas de sueño te dejarán como nuevo para volver a pedalear.
Como ciclista urbano de diario y cicloturista ocasional, quiero ofreceros ocho consejos o pautas para que podáis disfrutar un cicloviaje a fondo y evitar una serie de problemas.
1. Trasero acolchado. Echaréis al menos tres-cuatro horas sobre la bici al día, así que conviene acolchar el sillín o usar un culotte con almohadilla. Si no, lo notaréis y será muy duro.
2. Neumáticos de calidad. Por propia experiencia puedo deciros que en este campo el precio va de la mano de la calidad. Unos neumáticos de 7 euros son de materiales más blandos, menos resistentes y más fácilmente atravesables por algún pincho, cristal o clavo. Y con la bici a tope de peso pincharéis a menudo. Estuve hablando con Javier Colorado, un madrileño que está dando la vuelta al mundo en bici, y me recomendó las Schwalbe Marathon Mondial. Él usa las 700x40C, pero existen de diversos tamaños y en internet quizás podáis encontrar precios reducidos.
3. Con eso y unas bandas de kevlar (entre la cámara y la cubierta), ha pinchado sólo cuatro veces en 5.000 kilómetros. Los que tengáis experiencia sabréis que eso es muy poco. El verano de 2015 pinché 5 veces en los 800 kilómetros de camino a Asturias desde Sevilla. Usé cámaras con líquido antipinchazos y no me sirvieron de nada.
4. Crema solar. Apriete el calor o no, usar crema solar es de vital importancia, tanto por el riesgo de enfermedades como por las quemaduras que te fastidiarán el viaje.
5. Papel higiénico. Útil para todo tipo de situaciones. Por si tienes mocos, quieres secar el hornillo, limpiar algo… o no hay baño cerca.
6. Equipaje justo y necesario. Cuesta abajo y en llano no notaréis el peso apenas, pero todo lo que subáis se hará más duro con equipaje extra. Pensad si realmente algo es útil o no, y si compensa deshacerse del peso extra y comprarlo por el camino.
7. Ropa para un rango de temperatura amplio. Un pantalón largo y un chaquetón no ocupan apenas espacio y os pueden salvar una noche de viento en verano.
8. Siempre alforjas mejor que mochila. Lo mejor es despejar la espalda de todo peso y además dejar que transpire. Lo que sí podría ser útil es una mochila de hidratación, de pequeño tamaño y con el único objetivo de llevar dos o tres litros de agua. Además, en verano el agua fría ayudará a bajar la temperatura del cuerpo.
¿Y ahora? ¿Os apuntáis a un cicloviaje?