Cifras récord en Alemania: la Asociación de la Industria de la Bicicleta (Zweirad Industrie Verband) emitió ayer su informe anual. Ernst Brust, el veterano director de la Asociación, fue claro: “2020 fue un año sin precedentes para la industria alemana de la bicicleta, al igual que para la internacional”, aseguró. “El desafío de la pandemia fue enorme, pero dejó claro que la bicicleta es, hoy en día, más importante que nunca. Tanto las bicicletas convencionales como las eléctricas son medios de transporte indispensables hoy y en el futuro, ya que ofrecen una movilidad a prueba de contagios, activa y respetuosa con el medio ambiente. Todas estas virtudes harán que la bicicleta nos lleve a un desarrollo mucho más sostenible”.
Desde luego, hay motivos para ser optimistas: en Alemania se vendieron, durante 2020, la enorme cifra de 5,04 millones de bicicletas, un 16,9% más que en 2019. Gran parte de este auge se debe al estallido de la bicicleta eléctrica, cuyas ventas supusieron un 38,7% del total, hasta alcanzar los 1,95 millones de unidades.
Eso implica que, a lo largo de 2020, se vendieron un 43,4% más de e-bikes que el año anterior. Eso también provocó que la facturación total gracias a la venta de bicicletas en Alemania alcanzase los 6.440 millones de euros, nada más y nada menos que un 60,9% que en 2019.
En 2020 se vendieron en Alemania casi dos millones de e-bikes, un 38,7% más que en 2019.
No es solo eso: sumándole la facturación de los componentes y accesorios para bicicletas, las cifras totales rozan los 10.000 millones de euros. El precio de venta promedio por bicicleta fue de 1.279 euros. En total, se calcula que en Alemania hay 79,1 millones de bicicletas ya, de las que algo menos de una décima parte, aproximadamente 7,1 millones, son eléctricas.