Mira mamá… ¡Sin manos! (recuerdos ciclistas)
Robábamos los tubos de goma naranja de las bombonas de gas para acoplarlos, cortados, a los radios de las ruedas. Nuestras bicicletas eran indígenas de abalorios reciclados, un motivo de orgullo donde gozar de una libertad perdida y magullarnos la rodilla en verano. Nostalgia de la primera pedalada, a la que seguirían millones.