En Ciclosfera lo decimos a menudo: de construirse, los carriles bici jamás deben quitar espacio al peatón, sino al coche. Especialmente porque cuando se opta por esa nefasta opción los perjudicados siempre acaban siendo los propios peatones, quienes no sólo deberían estar en lo más alto de la jerarquía urbana en cuanto a prioridades y derechos sino también ser ser aliados naturales de los ciclistas.
En la ciudad madrileña de Alcalá de Henares hace tiempo que se dieron cuenta de que las aceras bici construidas hace años eran una infraestructura nefasta, e incluso llegaron a desaconsejar su uso por suponer un serio peligro para los viandantes. Ahora, mientras trabajan en la dirección de establecer calles 30, estudian la posibilidad de darle otro uso a esas aceras bici. Según informa la Cadena Ser, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares estudia convertir esas aceras bici en espacios destinados a las personas con algún tipo de discapacidad.
“La idea es rehabilitar estos espacios”
“Tenemos que analizar la propuesta porque parte de la Mesa de Movilidad. La idea es rehabilitar estos espacios”, ha explicado el pasado jueves Alberto Egido, concejal de Medio Ambiente y Movilidad. En la última reunión de ese órgano, también se ha buscado fomentar el uso de la bicicleta como vehículo no contaminante.
“Cuando haya una cantidad suficiente de sugerencias celebraremos otra esa Mesa de Movilidad para tratar con detalle las proposiciones de la ciudadanía”, ha detallado Egido. Las obras de pintado del proyecto ‘Calles 30’ ya han comenzado. Estas vías, dice el Ayuntamiento, van a permitir que las bicicletas circulen con otros vehículos, pero a una velocidad que no supere los 30 km/h.