El Ayuntamiento de Valencia está decidido a cambiar radicalmente la manera de moverse por el centro de la ciudad. Desde ayer, el centro de la ciudad está limitado a 30 km/h, con lo que se trata de aumentar la seguridad, reducir el número de accidentes y la contaminación y convertir al casco histórico en un lugar más amable para el peatón y las bicicletas.
La medida, que fue presentada por el nuevo alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y el concejal de movilidad Giuseppe Grezzi, afecta a todas las calles del centro histórico de Valencia, las que integran el conocido como anillo interior. La iniciativa viene acompañada de una campaña que, bajo el nombre “El centro va a 30”, se informará a todos los ciudadanos a través de las redes sociales, el mobiliario urbano y los autobuses de la EMT.
Más bicis, menos coches
Por otra parte, el nuevo equipo municipal también ultima los detalles del nuevo anillo ciclista de la ciudad. A diferencia del primer proyecto que se hizo, el anillo tendrá 2,5 metros de anchura en lugar de los 1,7 iniciales. Esta nueva nueva amplitud provocará que, calles como la céntrica Colón, se reduzcan a dos los carriles de circulación para los vehículos particulares. Otro se mantendrá para el tránsito de los autobuses de la EMT y de los taxistas y el cuarto, para los ciclistas.