Llenar el mundo de bicicletas… empezando por Bilbao. Ese era el sueño de Javier Crespo y a eso se dedica desde 2011, cuando abrió sus puertas Urban Bike, una de las tiendas de ciclismo urbano con más encanto de España y toda una referencia en Bilbao. Situada en la calle Bailén 2, en pleno centro de la ciudad. Urban Bike busca diferenciarse del resto de tiendas gracias a un trato exquisito, un profundo conocimiento del mercado y la convicción de que, sea como vehículo cotidiano o como compañera de aventuras, la bicicleta es la máquina definitiva.
“Gracias a mi anterior trabajo viajaba mucho”, explica Crespo, “y empecé a ver que la bicicleta era un actor muy importante en distintas ciudades del mundo. Me di cuenta de que en Europa pasaría lo mismo, y quise llevarlo a cabo en Bilbao. Cuando abrí la primera tienda de e-bikes de la ciudad mis amigos me decían que si estaba loco, pero estaba seguro que el cambio que se estaba produciendo en Europa también llegaría a nuestro país. Y así está siendo: estoy convencido de que, muy pronto, la e-bike vivirá un boom en Bilbao”.
Ubicada en la Estación de la Concordia de Bilbao, Urban Bike es mucho más que una tienda de bicis
Urban Bike es, desde luego, una tienda diferente. Lo es ya por su ubicación, en la Estación de la Concordia de Bilbao, todo un guiño a la historia de la ciudad y, por supuesto, a la intermodalidad, ya que cientos de personas acuden allí a diario para subirse o bajarse al tren. Pero FEVE Urban Bike es, además, mucho más que una tienda de bicicletas: además de vender bicis imparten cursos para aprender a pedalear por la ciudad, alquilan bicicletas para los turistas, han sido el proveedor de las bicicletas públicas de Bilbao, tienen tienda online e incluso alquilan bicicletas y equipamiento para lanzarse a peripecias como recorrer el Camino de Santiago (Urban Bike cuenta con el certificado de excelencia de Trip Advisor). “Somos un punto de encuentro para todo aquel interesado en la bicicleta”, reconoce Crespo. “La venta de bicis es muy importante, pero queremos ser mucho más”.
De momento, Crespo apuesta por su calidad y la especialización. En su catálogo destacan, por ejemplo, las Conor (tanto urbanas como de montaña o eléctricas), y entre las e-bikes encontramos Urban Biker y Littium by KAOS. Hay accesorios de calidad, como los cascos infantiles Crazy Safety, sillines Brooks o componentes XLC. “Buscamos productos de calidad, ir más allá de lo que puedes encontrar en Internet”, cuenta Crespo. “Si te vas de viaje en bici te vendemos unas alforjas Ortlieb, porque no queremos que te arrepientas de haber confiado en nosotros”. Y es que, en su opinión, para que una tienda de bicicletas destaque “hay que dar cosas distintas a lo que puede ofrecerte Amazon. Ofrecer el mejor servicio, tener un buen taller, poder aconsejar al cliente… Y nosotros vamos todavía más allá: desde tener un servicio de consigna para que la gente nos deje cosas si se va de viaje hasta vender una silla de ruedas eléctrica y plegable, la Zinger”.
“Los ciclistas urbanos de Bilbao empezamos a ser un colectivo, y nos hemos ganado el respeto de los automovilistas”
Pero, además de eficiente y completa, Urban Bike es especial. El propio local llama la atención: la estación en la que se aloja es patrimonio municipal, está entre el casco viejo y la oficina de turismo y es un hermoso, práctico y emblemático lugar para reunirse con otros amantes de la bicicleta. “El ciclismo urbano está creciendo lentamente en Bilbao”, cuenta Javier, que destaca como incluso bajo la nieve puede verse ya a cuatro o cinco ciclistas parados en un semáforo intercambiando una mirada de satisfacción y complicidad. “Empezamos a ser un colectivo”, asegura, “y nos hemos ganado el respeto de los automovilistas. La mayor parte han comprendido que la bicicleta es un actor más en el tráfico, y el ayuntamiento está poniendo su granito de arena. Dentro de poco casi todas las calles estarán limitadas a 30km/h, y espero que ese sea el paso definitivo para que todavía más gente se lance a la calzada y olvide esa sensación tan extendida de inseguridad”. Razones para pedalear, desde luego, no faltarán. “Hay mucha gente”, cuenta Crespo, “que se asusta cuando le dices que una e-bike cuesta 1.500 euros. Pero luego se lo explicas, les cuentas lo que se van a ahorrar en transporte público, que su salud lo va a agradecer, que podrán cruzar de una forma divertida y muy rápida todo Bilbao”.
¿Un motivo más para visitar frecuentemente Urban Bike? Recoger, y comentar con Javier, cada nuevo número de Ciclosfera. “En cuanto tuve en mis manos la primera revista sentí que era algo distinto, que cada una de sus páginas era un guiño para alguien como yo”, reconoce. “Su manera de entender el ciclismo urbano, el apostar por el formato papel… Ciclosfera es un producto maravilloso. Regalo cada ejemplar con orgullo, me encanta que la gente venga a pedirla, y que haya buenos clientes que la coleccionan”.
Y es que gente como Javier Crespo y sus clientes, y proyectos como Urban Bike, hacen que un medio como Ciclosfera tenga, cada día más, todo el sentido del mundo. ¡Gracias!