Ciclosfera #4

Una cuestión de justicia: Santiago Pedraz

No es fácil conseguir una entrevista con Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional. De hecho, no ha concedido ninguna a los grandes medios de comunicación que, durante estos años, lo han intentado. Por eso es motivo de especial orgullo que se haya prestado a hablar con Ciclosfera. Y es que, cuando se trata de remar a favor de la bicicleta, hablamos de palabras mayores.

Comedido, amable y certero, así es Pedraz en las distancias cortas. Tomando un café con él, nadie pensaría que se trata (con permiso de Baltasar Garzón) del juez más mediático que ha dado la demo­cracia española. Nacido en Sala­manca en 1958, hijo del periodista Santiago Pedraz (quien fuera sub­director de la agencia Efe), desde 2005 es juez titular de la Audiencia Nacional. Sus casos más célebres: la muerte del cámara José Couso en Bagdad; la causa contra varios políticos chinos por la represión en el Tibet o el auto que dictaminó que los convocantes de la mani­festación Rodea el Congreso, en sep­tiembre de 2012, estaban amparados por la libertad de expresión. Fue en aquel auto donde Pedraz criticó con dureza la “decadencia de la clase política española”, lo que se tradujo en duras críticas e insultos desde los sectores más conserva­dores de la sociedad.

Su Señoria, señor Pedraz, Santiago… ¿Cómo le llamo?

Simplemente Santiago.

No concede entrevistas, pero ha accedido a hablar con Ciclosfera. ¿Por qué?

Porque promover la bicicleta no afecta ni a mi intimidad ni a mi trabajo. Y, especialmente, porque pienso que la bicicleta es algo bueno para todos.

Es muy celoso de su intimidad. ¿A veces cuesta?

Sí, pero hasta ahora creo haberlo conseguido, al menos en lo referente a mi vida personal.

Probablemente, ahora le criticarán también por posar en bicicleta.

No creo, porque todo el mundo está de acuerdo en que la bici es algo positivo. Ya sea por ecología, por salud… Ahí no hay discusión.

Combina moto y bici. ¿Se considera más ciclista o motorista?

Soy de ambas. En general, me encantan las dos ruedas.

¿Y para qué usa la bici? ¿Va a trabajar en ella?

Alguna vez, pero generalmente no. Se trata de un uso más enfocado al puro ocio.

Vive en Madrid. ¿Por qué la bicicleta no termina de cuajar en la capital?

Es una ciudad complicada. Hay mucho tráfico, muchas subidas y bajadas, una red de carriles-bici muy escasa…

¿Circula por la calzada?

Sí. Procuro hacerlo siempre, salvo cuando las aceras son muy anchas.

También lleva a su hijo pequeño en la bici. ¿Lo reco­mienda?

Desde luego. A él le encanta, a mí me encanta… Mi padre tenía bici y solíamos salir todos juntos. Es algo que se transmite de padres a hijos.

“No soy partidario del uso obligatorio del casco”

¿Cómo fue su primer contacto con una bicicleta?

En Costa Rica, donde pasé parte de mi infancia, las bicicletas estaban siempre presentes. Solíamos salir mucho con mi padre y mis hermanos. Recuerdo aquello con muchísimo cariño.

¿Y su primera bici? ¿Cuál era?

Yo tendría unos siete años… Era una bicicleta metálica, que pesaba muchísimo y con la que me movía constantemente en Salamanca, la otra ciudad en la que crecí. No me separaba de ella.

Se le ve en forma. ¿Practica mucho deporte?

¿En forma? ¡Qué va! (risas). No practico ningún deporte, más allá de montar en bici y patinar, que también me gusta mucho. Siempre que puedo me calzo los patines y subo a patinar al Retiro… Pero teniendo un hijo pequeño cuesta sacar tiempo: mi deporte es el niño (risas).

¿Por qué le gusta ir en bici?

Porque aporta una gran sensación de libertad, de sentir el aire en tu cara, de evitar agobios…

Hay un debate sobre la obligatoriedad del casco. ¿Lo usa?

En la bicicleta, no. No hay grandes velocidades, la gente va más tranquila… No soy partidario de la obligatoriedad del casco, al menos para los trayectos cortos y urbanos. Si finalmente se impone lo usaré, claro, pero es una ley que no existe en ningún país de Europa. Habría que ver estadísticas serias de cuántos accidentes se evitan con el uso del casco en ciudad.

Hace poco le retiraron los escoltas. ¿Le ha dado eso más libertad de movimientos?

Desde luego. Cuando tenía escoltas no podía ir en bici, ni siquiera en moto. Te traen, te llevan… No tienes más remedio. Es criticable que nos los hayan quitado. protección, pero personalmente estoy más a gusto sin escoltas.

Hablemos de justicia: ¿Qué injusticias se encuentra mientras pedalea?

Muchas. Desde coches aparcados en el carril bici a peatones que no se apartan de él cuando ven que vienes… ¡Y encima se cabrean! En cualquier caso, siempre procuro respetar al máximo al peatón.

“La gente se está hartando: hay una gran desafección hacia la clase política”

¿Qué papel juega la justicia en la situación actual de España?

El juez tiene que interpretar y aplicar las leyes: no puede cambiarlas. Pero hay veces que se producen situaciones ante las que nos tenemos que manifestar, como ocurre, por ejemplo, con los desahucios o la corrupción. No podemos inmiscuirnos, pero también somos ciudadanos y vemos día a día los problemas y preocupaciones de los ciudadanos.

¿Existe en España una verdadera separación de pode­ res? ¿No está la justicia española demasiado ligada al poder político?

Es verdad que los órganos de gobierno de los jueces están determinados por la política de nombramientos, pero en España los jueces son independientes. Y conviene recordarlo. Existe una separación de poderes. El problema es hasta dónde se exceden el poder legislativo y ejecutivo al intentar invadir esferas que corresponden al judicial. En ese sentido, creo que hay mucho por mejorar.

Muchos piensan que la justicia es lenta…

Y más que lo será. Uno de los problemas de la crisis son los recortes, que también afectan a la justicia. Durante muchos años, en épocas de bonanza, hemos pedido que se incrementaran los medios y el número de jueces; no se ha hecho, y se ha tirado de jueces sustitutos. Ahora han reducido los sustitutos, lo que provocará aún más retrasos para el ciudadano.

Por si fuera poco, se implantan las tasas. ¿Vamos hacia una justicia elitista?

Es algo que ya está ocurriendo. Hay gente que no se puede permitir emprender un proceso judicial, pues simplemente no puede pagarlo.

Hay descontento social. ¿Se avecina una primavera caliente?

Sí. La gente se está hartando. Hay una gran desafección hacia la clase política, que se ha incrementado con los casos recientes de corrupción de algunos dirigentes. Eso lleva a que la gente esté más quemada todavía. Pero también es cierto que hay políticos muy buenos. No conviene generalizar con la clase política.

“Pijo ácrata”, “juez lenguaraz” y hasta “cabrón” son algunos de los apelativos que le han dirigido…

Vives con ello, pero es verdad que te hacen sentir molesto. Se puede y se debe criticar algunas decisiones que he tomado, pero nunca llegar al insulto personal, como se ha hecho desde algunos medios de la caverna mediática.

¿Tanto poder tienen en la opinión pública esos medios de comunicación?

Todos los medios tienen su parcela de poder, y el ciudadano busca los medios afines. Pero como empecemos a hablar de medios de comunicación y juicios paralelos, no paramos.

Su Bici: Pedraz usa una bicicleta híbrida alemana de la marca Kalkhoff, a la que acopla habitualmente una sillita para llevar a su hijo de tres años. La compró en la tienda madrileña By Bike, junto al parque de El Retiro.