"Italia es demasiado bonita para pertenecer solo a los italianos". Lo decía Léo Lauzon, el joven protagonista de Léolo, una de las películas más memorables y olvidadas de los años noventa. Leo tenia razón: Italia es algo parecido al paraíso si te gusta el arte, la gastronomía o, en definitiva, la vida. Y lo será todavía más cuando se haga realidad Garda by Bike, un proyecto de anillo ciclista que permitirá recorrer, pedaleando, el lago Garda, el más grande del país.
Situado en el norte de Italia, el Garda se extiende a lo largo de 368 kilómetros cuadrados y baña tres provincias: Lombardía, Veneto y Trentino. Rodeado de montañas perfectas para el MTB y valles repletos de viñedos e historia, el Garda tiene también ocho pequeñas islas, un clima privilegiado, está salpicado de preciosos pueblos y es perfecto para practicar todo tipo de deportes. Por algo, también, es un destino turístico muy popular entre sus vecinos del norte alemanes, austriacos o suizos.
Hemos entrevistado a dos de sus responsables y accedido a documentos privados para saberlo todo sobre 'Garda by Bike'
Durante los últimos meses, y en distintas páginas web de turismo e incluso ciclismo, han desfilado impactantes imágenes de pasos ciclistas en los acantilados del lago. Muchas veces, tanto las fotos (retocadas por ordenador) como los textos sugerían que el proyecto ya era una realidad, y que esos desfiladeros y túneles para ciclistas con espectaculares vistas al agua ya estaban listos para pedalearse. No es así, pero lo será. Hemos entrevistado a dos de sus responsables y accedido a documentos privados para conocer a fondo el proyecto.
Objetivo 2030
“Estamos todavía lejos de completar el anillo ciclista en torno al lago”, nos confiesa Corrado Marastoni, presidente de la Federación Italiana de Amigos de la Bicicleta (FIAB) Verona. “Al implicar a tres regiones la coordinación no siempre es fácil, y el proyecto exige encajar tramos ya construidos, otros que deben terminarse y unos terceros que aún están lejos de comenzarse. Definiría la situación actual como de mucha expectación: siendo muy optimistas, Garda by Bike podría estar terminado en tres o cuatro años, aunque los más realistas prefieren hablar de 2030”.
Uno de esos “realistas” es Giuseppe Di Munno, quien desde hace tres años forma parte de la propia FIAB y de Bicitalia, organización que promueve el cicloturismo en el país. “En efecto”, corrobora, “soñamos con que el proyecto esté terminado en 2030, pero es cierto que si las cosas van bien en menos de un año ya estarán abiertos veinte kilómetros más, y el objetivo es seguir avanzando a ese ritmo”. En total, el anillo ciclista (que conectará con EuroVelo) recorrerá 140 kilómetros en su vuelta circular al lago: quedan por construirse casi cien, y el coste total estimado para finalizar el proyecto está en torno a los 103 millones de euros.
¿Mucho dinero? Seguro que para algunos sí, pero los documentos a los que Ciclosfera ha accedido aseguran que sería una buena inversión teniendo en cuenta cómo revertiría a nivel turístico. Según estudios de hace unos años, el gasto medio de cada cicloturista en Trentino, la zona del Garda con más bicicletas, era de unos 77 euros por día, y la estancia media era de nueve noches. En otras palabras: cada ciclo-visitante dejaba unos 700 euros en la región. Considerando que el número de cicloturistas en la zona estaba en torno a los 110.000 anuales solo en Trentino, una de las tres regiones que Garda by Bike recorrerá, la zona podría ingresar unos 77 millones de euros anuales, a los que habría que sumar los recaudados por Lombardia y Véneto. “El lago está a cuatro horas de Munich”, explica Marastoni, “y con el anillo hecho… ¡Vendría muchísima más gente de Alemania”, asegura. “Imagínate venir y recorrer el lago en un fin de semana, pedaleando con tu familia… ¡Sería fantástico!”
Un desafío
Según la zona donde te encuentres la orografía del lago es muy variada. La parte más al sur, que discurre por Lombardía y Véneto, es bastante llana, y según los expertos construir ahí un carril bici no será demasiado difícil. En la zona occidental, hacer los 20 kilómetros que unen Saló y Limone, en Lombardía, no será tan sencillo: costará más de 36 millones de euros a cambio de crear tramos espectaculares en los que el carril bici se asomará al lago desde acantilados. En general, el proyecto está repleto de retos: montañas, carreteras estrechas donde habrá que hacerle sitio a las bicis o, en la zona de Verona, abundantes campings que apenas dejan sitio a nuevas rutas pedaleable. “Los paisajes y el clima son increíbles”, confirma Di Munno, “pero es cierto que el proyecto, a nivel técnico, es un desafío gigantesco. Túneles, plataformas ancladas en la roca, desniveles… Un reto magnífico. Pero sus responsables, venidos de Trentino Alto, están acostumbrados y serán capaces de hacerlo”.
"El proyecto es un desafío gigantesco", nos cuentan sus responsables. "Pero los técnicos están acostumbrados y serán capaces de hacerlo”
Además de atraer turismo extranjero, tanto Di Munno como Marastoni confían en que Garda by Bike atraiga al público italiano y, en el camino, sirva para estimular el cicloturismo nacional. “Los italianos no van demasiado a pedalear al Garda”, explica Di Munno, “y, en general, el cicloturismo no es tan popular como en Francia, Alemania o los Países Bajos. Pedalear por carretera se ha hecho cada vez más peligroso. El ciclismo de montaña ha crecido mucho, es cierto, pero la gente sigue sin ver la bicicleta como una herramienta para ir a trabajar o hacer turismo. Si quieres tener cicloturistas, debes ponérselo fácil: promocionar y conservar las rutas ya existentes, construir buenas conexiones entre ellas y, por supuesto, comunicarlo bien para atraer a todo tipo de personas. En los Países Bajos tienen la ventaja de que las rutas son llanas y fáciles, pero eso mismo las hace menos espectaculares. Italia está llena de montañas... ¡pero con paisajes espectaculares! Eso es lo que tenemos que explicar: si eres una persona mayor o no estás en muy buena forma, venir a pedalear por Italia es un sueño, pero vente con una bicicleta eléctrica. Y si eres joven, fuerte y aventurero… ¿A qué esperas para recorrer con tu bici convencional las montañas más bonitas del mundo?”