El investigador Emilio Ramírez, del Departamento de Ingeniería Gráfica de la Universidad de Sevilla, ha registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas un nuevo modelo de bicicleta de tres ruedas inspirado en la mecánica de los Dragster Cars, un tipo de vehículo capaz de acelerar de 0 a 500 Km/h en pocos segundos (sí, no nos hemos confundido: alcanzan los 160km/h en 0,7 segundos) y utilizado sobre todo en EEUU para carreras de corta duración.
Según detalla la web de la Universidad de Sevilla, “Los sistemas de transmisión que tienen las bicicletas actuales, al igual que en todo tipo de vehículos de tracción humana, se utilizan para traspasar la energía a las ruedas motrices. Este sistema presenta una serie de inconvenientes, como por ejemplo que la cadena se desenganche cuando se pasa de un piñón a otro. El nuevo modelo dispone de un sistema basado en el aumento de potencia que se inspira en el funcionamiento de los citados vehículos americanos de carrera, contando con un sistema de correa dentada y poleas escalonadas que aportan mayor fiabilidad en el proceso”.
El diseño de Ramírez incorpora un generador LiPo (batería de polímero de litio) que se autocarga gracias al movimiento motriz. “He colocado este acumulador eléctrico con el propósito de evitar pilas de carga de menor eficacia y eficiencia”, explica el investigador. Otra de sus características es un generador de movimiento dispuesto en el eje de pedales que se activa desde el manillar y que ayuda en el avance mientras se pedalea gracias a un sensor situado en el bastidor de la bicicleta. A estas ventajas hay que añadir el hecho de que se trata de un vehículo menos voluminoso y pesado que otras bicicletas convencionales y que resulta muy fácil de manejar incluso para personas que no saben montar en bici.
En busca de un prototipo
El investigador asegura que “las características físicas y mecánicas de este nuevo modelo de bicicleta ayudan a que personas con movilidad reducida o deficiencias de tipo cardiaco puedan hacer uso de ellas fácilmente, permitiéndoles practicar ejercicio de forma segura” y añade que si bien aún no se ha fabricado un prototipo físico “su realización no es complicada: una vez que se dispone de un bastidor adecuado en posición horizontal, sólo hay que introducir el cableado necesario para accionar los frenos delanteros y traseros, los mandos para cambiar de marchas y activar el generador de movimiento en caso de ser necesario”.
Según el comunicado emitido por la universidad, las empresas interesadas en negociar la explotación industrial de este modelo de utilidad patentado, deben contactar con el Secretariado de Transferencia de Conocimiento y Emprendimiento, la unidad encargada de asesorar y gestionar la protección de las invenciones desarrolladas en la Universidad de Sevilla.