Hay muy pocas cosas que sepamos a ciencia cierta en esta vida, pero una de ellas está fuera de toda duda: antes o después, todos vamos a envejecer. Y cuando lo hagamos, es muy posible que suframos algunas dolencias o pequeñas molestias, como la progresiva pérdida de equilibrio, que complicarán un poco utilizar la bicicleta de manera habitual.
Con esa realidad en mente, tres grupos holandeses -la Universidad de Twente, la empresa de movilidad eléctrica Indes y Roessingh Research & Development– han creado una bicicleta eléctrica que contempla todas esas circunstancias. Una bicicleta a la que han bautizado como The Sophie, tal y como cuenta The New Atlas.
El cuadro de The Sophie de tiene un ángulo de inclinación más pronunciado que el de la mayoría de las bicicletas, además de una distancia entre ejes más corta. Ambas circunstancias, unidas a sus ruedas relativamente pequeñas, le dan un plus de estabilidad cuando se circula a baja velocidad, según los estudios de los tres responsables de su diseño. Y es precisamente cuando se pedalea despacio cuando se producen la mayoría de las caídas que se tratan de evitar.
Las características de The Sophie la hacen más estable y, por tanto, más segura
Pero hay más: el motor está diseñado para llevar rápidamente la bicicleta a una velocidad máxima de 18 km/h, logrando que el ciclista supere esa peligrosa zona lenta lo más rápido posible. En segundo lugar, una vez que la bicicleta se pone en marcha, su asiento se eleva automáticamente para colocar al ciclista en una posición de pedaleo más eficiente. Cuando se reduce la velocidad, el asiento vuelve a bajar, lo que permite al ciclista apoyar firmemente los pies en el suelo.
Eso sí: para ver a The Sophie rodando por las calles todavía habrá que esperar, ya que se trata sólo de un prototipo. Sus responsables se han puesto en contacto con varios fabricantes de bicicletas para producirla comercialmente, pero aún no ha habido movimiento alguno.