The Roosters parecen no tener límite: tras superar viajes como Madrid-Burdeos, Madrid-Oporto, Madrid-Valencia o Madrid-Barcelona, ahora llevan su pasión por el piñón fijo varios pasos más allá y se han embarcado en una aventura colosal: cruzar Japón en bicicleta.
“Nos dimos cuenta de que teníamos hambre de distancias, de exotismo, y queríamos poder llegar lo más lejos posible juntos”, contaron a Ciclosfera poco antes de partir. Y nada más exótico y lejano que el país del sol naciente, donde se encuentran en este momento.
“Queremos ver paisajes diferentes, intentar coronar algunas de las cimas que sólo hemos visto en revistas, ver una carrera de Keirin, rodar y conocer a las fixed crews locales… Pero, sobre todo, respirar el ambiente del país de los contrastes, de las grandes metrópolis y de los espacios rurales anclados en el pasado”.
Los miembros del colectivo son conscientes de la dificultad de esta aventura de más de 1.500 kilómetros, que recorrerán durante dos largas semanas. “Queremos ver cómo reaccionamos a tantos días pedaleando juntos: hasta ahora nunca hemos estado más de una semana. Pero lo más importante es, sobre todo, disfrutar juntos de esta experiencia y hacer un buen documental que lo ilustre”.
Oakley, pieza clave
Para hacer todo ello posible es fundamental el apoyo de firmas como Oakley, que ha decidido patrocinar a The Roosters para hacer posible este apasionante viaje. “Para nosotros ha sido un subidón entrar a formar parte de esta familia”, cuentan The Roosters con orgullo. “Su apoyo va mucho más allá de lo económico o de su producto: todos hemos crecido viendo a los profesionales con esta marca. Además, y aunque seamos un proyecto pequeño, nos hacen sentir como una prioridad”.
Para los jóvenes que integran The Roosters, cada viaje es “una experiencia basada en la amistad, el empuje del grupo y el apoyo mutuo”. Una odisea llena de anécdotas que quedan grabadas a fuego en la memoria para siempre. “Tomar una birra en un sitio hostil o desconocido, dormir al raso en un lugar precioso en el culo del mundo o ir a un supermercado enlicrados y con las calcas… Son experiencias que te quedan para el recuerdo. Da igual que sea una fiesta o un drama. Cuando estamos sufriendo, siempre pensamos: ‘esta noche nos reiremos de esto”.