VanMoof fue creada en los Países Bajos hace ahora once años. Desde entonces, sus bicicletas han llamado la atención, especialmente por su diseño. Y hace unas semanas también se hizo muy popular su spot publicitario Time to Ride the Future, donde se simbolizaba el paso del uso masivo del coche a un futuro lleno de bicicletas.
Un impactante anuncio que muy pronto se hizo viral en las redes sociales. Pero la estética y el mensaje del spot son tan llamativos que la Autorité de Régulation Professionnelle de la Publicité (ARPP), la organización que controla los spots que se emiten en las televisiones francesas, han prohibido su emisión por “crear un clima de ansiedad”.
El mensaje del anuncio es claro: sí, hay coches de enorme atractivo, con formas casi irresistibles… pero que, en el día a día, generan atascos como cualquier otro. Y ahí, atrapado entre otros miles de coches, desde luego hasta el coche más bonito pierde todo su atractivo. Y eso es lo que muestra Time to Ride the Future: contaminación, atascos, sirenas de ambulancias atascadas reflejándose en la chapa de un coche que se derrite.
Y sí: de las ruinas de ese coche (y, claro, de esa forma de desplazarse), surge una radiante bicicleta VanMoof S3, un modelo eléctrico con la habitual y futurista estética de la marca creada por los hermanos Taco y Ties Carlier.
Para la autoridad francesa, el anuncio “crea un clima de ansiedad”… ¡por mostrar imágenes de atascos reales!
Un mensaje demasiado claro, contundente y, probablemente, real, como para ser ignorado por la ARPP, que ha prohibido su emisión al considerar que el spot “desacredita al sector del automóvil mientras crea un clima de ansiedad”. Desde VanMoof, por supuesto, han protestado por la decisión tomada, preguntándose por que dicha junta reguladora prometió hace unos meses “apoyar los mensajes de sostenibilidad”, y sobre todo clamando porque ninguna de las imágenes presuntamente ofensivas son ficción. Porque no: tanto los atascos como las chimeneas arrojando humos contaminantes son imágenes de uso público. Así que, como dicen en VanMoof, si “imágenes cotidianas de medios de transporte, tomadas del mundo real, crean un clima de ansiedad, quizá sea hora de hacer algo al respecto”.
Ya a principios de este año la ARPP prohibió también una campaña de Greenpeace en la que se mostraba, en toda su crudeza, la desaparición de casquetes de hielo derretidos. También fue prohibida otra campaña, esta vez gráfica, que cuestionaba el precio de los medicamentos básicos, y que en opinión de la ARPP era ofensiva y podía generar “reacciones negativas a las compañías farmacéuticas”.
Lo ocurrido con el anuncio de Van Moof en Francia es, creemos, muy representativo de los nuevos tiempos. El voto verde, a favor de tomar urgentemente medidas contra el cambio climático o la contaminación, ha crecido notablemente en las recientes elecciones municipales. La industria del automóvil se ha desplomado por la crisis del covid-19, mientras que la venta de bicicletas se dispara. Es obvio: efectivamente, llegan nuevos tiempos. Y por muchos anuncios que se prohiban, el futuro está escrito. Y perfectamente representado en los 45 segundos de Time to Ride the Future.