Felicidad. Es lo que se vislumbra en el rostro de un niño cuando su madre o padre le lleva en bicicleta. Quizá por eso cada vez es más habitual verlos pasar a lomos de una para ir al cole o simplemente disfrutar de un paseo. Viviendo en primera persona una pasión que, seguramente, ya empiece a calar en ellos. Porque dentro de no mucho tiempo, ellos también serán ciclistas.
Entre las preguntas que muchos padres y madres se plantean cuando se deciden llevar a sus hijos en la bici, hacerlo delante o detrás es una de las primeras. Para salir de dudas, Leyre Corretgé, de la firma de sillas WeeRide, nos aclara las cosas. “Cada vez hay más niños que van delante por una cuestión de diversión. Porque la realidad es que es mucho más divertido, tanto para el padre como para el niño”. Quizá por eso han convertido el hashtag #delantemolamás en su lema y grito de guerra.
Leyre se basa en su experiencia personal: “Siempre les he llevado delante. Una vez puse detrás a mi hijo y no le gustó un pelo”, ríe. “Cuando van delante, los niños se sienten protagonistas. Si van detrás, lo que ven es una espalda. En cuanto a comodidad, cuando les llevas en una travesía larga, que seguro que se van a quedar dormidos, el reposacabezas que incorporan las WeeRide es clave. Si es simplemente para un trayecto corto, como llevártelo a la guardería por las mañanas, 15 o 20 minutos, en cualquiera de las sillas delanteras van muy bien”.
Las WeeRide cuentan con un sistema de montaje patenteado que se fija al cuadro de la bici, por lo que al girar el manillar el pequeño no lo hace. “Desde un punto de vista de seguridad, aporta mucha estabilidad y confianza al adulto”, explica Corretgé. Nuestras sillas son apropiadas para las bicis grandes: si utilizas una pequeña o plegable, mejor marcas como iBert, que se fijan al manillar”, explica. Ambas aportan una seguridad que es clave para los clientes. “He visto bicis que se caen hacia atrás por tener llevar todo el peso. Eso sí: si estás pensando en hacer descenso de montaña con tu hijo, mejor llevarle atrás para distribuir el peso. Pero creo que no es lo habitual cuando llevamos a los niños”, bromea.
Un mercado en pleno crecimiento
El mercado de los complementos ciclistas para niños está experimentando un importante auge en nuestro país. “Está aumentando todo: las ventas, el interés de las tiendas, el número de gente que ves por la calle utilizando este tipo de sillas… Hace unos años, las tiendas nos cerraban las puertas. Hoy no sólo nos las abren sino que son ellas las que nos llaman preguntando por nuestro productos”, cuenta Leyre.
WeeRide, presente en España desde hace tres años, vende sus sillas a través de su tienda online y otras webs como New Born Riders, así como en distribuidores repartidos por toda España. “Las tiendas, fundamentalmente las pequeñas e independientes, nos aportan un gran servicio y asesoran al comprador, que tiene la oportunidad de probarlas”. Y es que la filosofía de la marca pasa por llegar de manera directa al cliente final. Otras marcas son muy fuertes en cuanto a diseño pero tienen una estrategia de comunicación y distribución más clásica. Nosotros nos dirigimos directamente a la gente, con gran presencia en redes sociales. Tratamos de generar en las familias un conocimiento de nuestra marca y unas ganas de tener nuestros productos”.
- Prueba de la WeeRide Safe Front: “Cuestión de confianza”.
- Prueba de la Co-Pilot de WeeRide.