Seguridad

Sillita WeeRide Safe Front DeLuxe: cuestión de confianza

Todos lo pensamos cuando esperamos un hijo (en mi caso, una hija): en cuanto podamos la montaremos en nuestra bicicleta. Yo he tardado demasiado en hacerlo, pero a sus casi tres años la experiencia ha sido un éxito. ¿Por qué no lo hemos hecho antes, papá?

Un éxito: sólo así puede definirse la prueba de la WeeRide, la primera silla de bicicleta de mi hija. Va a cumplir ya tres años, pero hasta hoy no he tenido tiempo, o fuerzas (los padres que me estén leyendo ya saben lo complicado que es ésto), para instalar una silla en mi bici e irnos los dos de paseo.

Y eso es lo primero: instalar la silla. A simple vista me daba algo de pereza… Hasta que lo hice. Instalar la WeeRide es muy sencillo, y apenas me robó diez minutos.* *La silla incluye todo lo que necesitas: llaves, piezas… Salvo un destornillador de estrella, que se supone deberás tener en tu hogar.

Un juego

Vivo en una zona de campo, por lo que siempre me muevo en una bicicleta de montaña, más en concreto una Connor. No tuve ningún problema para instalar la silla, y la niña se sintió (y se sentó) bien desde el primer momento. Estaba encantada: el asiento la recogía perfectamente (tiene casi tres años y es delgada, pesa unos 12 kilos) e iba jugando con sus manos todo el rato, poniéndolas sobre la superficie para apoyarse de la silla o, más habitual, sobre el manillar creyéndose que ella era la que dirigía nuestro destino.

Parecía muy cómoda: yo, no tanto. Es uno de los inconvenientes de llevar una silla delantera: dificulta, por ejemplo, el pedalear de pie. No es la mejor opción para largas travesías o complicadas cuestas, aunque supongo que en el uso más habitual de este tipo de productos, paseos relajados y no demasiado largos, no hay ningún inconveniente.

Porque, para empezar, la seguridad es absoluta. Hay que pedalear con las rodillas un poco abiertas, pero no se perciben grandes diferencias en cuanto a la frenada y, sobre todo, es muy relajante llevar la silla delante. La posición es maravillosa: no sólo ves a tu hijo, sino que puedes hablar con él porque le tienes muy cerca. Hay mucho contacto durante la marcha.

Sobre la silla en sí, decir que transmite sensación de robustez y goza de una terminación bastante buena. Los anclajes son de confianza, y queda claro algo fundamental: tu hija no se va a caer. ¿Que si la usaremos? Desde ahora, sin parar, o al menos eso tiene decidido la niña, que al día siguiente ya me volvió a preguntar cuando volvíamos a “la bisi”.

PVP: 119,90€

Más info en http://www.weeridespain.com