1. La documentación. No queremos sonar como un policía, ni como tu madre, pero recuerda: llevar encima la documentación es obligatorio. No serías el primero al que le cae una multa por haber olvidado el DNI en casa.
2. El candado. Incluso aunque pienses que no vas a necesitar candar la bici, porque vas a casa de un amigo o a cualquier otro lugar presuntamente seguro: llévate el candado o la U. Siempre puede surgir la necesidad de asegurar tu montura para entrar a hacer una compra de última hora, tomar algo en un bar o cualquier otra sorpresa.
3. Las luces. ¿Y si se te hace de noche? Llevar luces es obligatorio, además de un elemento imprescindible para la seguridad. Comprueba que las llevas y, lo que es tanto o más importante, que tienen batería suficiente como para lucir como es debido. Si además llevas un elemento reflectante, mejor que mejor.
4. Las ruedas bien infladas. Sí: comprobar la presión de las ruedas es una costumbre que todo buen ciclista debería tener. Pero también es un clásico darse cuenta a mitad de camino de que te cuesta más esfuerzo del habitual pedalear porque no has inflado las ruedas suficientemente.
5. El móvil. Hoy en día, la dependencia del teléfono móvil es tal que a casi nadie se le olvida en casa. No en vano, estamos mirando la pantalla cada pocos segundos. Pero aun así, compruébalo: pocas cosas dan más pereza que tener que volver cuando ya has empezado a rodar. Y si, directamente, eres de los no usan… ¡Felicidades!
6. Las llaves. ¿Alguna vez te has quedado en la calle por haberte olvidado las llaves dentro? Probablemente es una situación a la que todos nos hemos enfrentado alguna vez. Antes de cerrar la puerta, comprueba que las llevas: lo contrario puede ser muy problemático y caro.
7. El kit multiusos. Bajar un poco el sillín, ajustar el cambio, apretar una tuerca… Siempre viene bien llevar encima uno de los muchos kits multiusos para bicicleta que puedes encontrar en el mercado. Son baratos, ocupan poco y te sacarán de más de un apuro.