
El dato más crudo ofrecido en el informe de CONEBI (Confederation of the European Bicycle Industry) junto con la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, AMBE es el de la producción europea de bicicletas. Ha caído por tercer año consecutivo. En 2024 se fabricaron un 9,8% menos de bicis que el año anterior. Las eléctricas, que llevaban años tirando del carro, también pierden fuelle con una bajada del 19,4%, segundo año seguido de retroceso.
En total, se vendieron en Europa un 4,68% menos de bicicletas. Es decir: dos años seguidos de caída en unidades vendidas y un 5% menos de facturación. Las bicicletas convencionales encadenan ya cuatro años a la baja, y en 2024 han retrocedido otro 5% más. Las eléctricas no se salvan: también bajan, aunque con diferencias entre países y categorías.
La producción de bicicletas en Europa cayó un 9,8% en 2024, y la de eléctricas un 19,4%
En este panorama, España no desentona pero tampoco lidera. Somos el 6º país en ventas totales y el 8º en precio medio, con un ticket promedio de 1.168 € por bici. En el caso de las ebikes (EPAC), ocupamos el 7º puesto por volumen económico y el 5º en precio medio, con 2.555 € por unidad. Eso sí: aquí todavía se venden muchas más bicicletas convencionales que eléctricas, algo que nos aleja de los referentes europeos.
No todo son malas noticias. Las bicicletas de carretera han crecido un 2,4%, las de gravel un 0,8% y las cargo bikes un discreto pero significativo 0,4%. Por el contrario, caen las MTB (-2,7%), las urbanas (-0,3%) y las trekking (-0,5%). Una pista clara sobre por dónde se está moviendo el interés… y hacia dónde podría ir en los próximos meses.
Tanto las importaciones como las exportaciones también caen: la ralentización es global. Pero el informe no es del todo pesimista. Desde CONEBI se señala que el sector sigue demostrando capacidad de adaptación, que la innovación no se detiene y que el ajuste de inventarios, junto al tirón de algunos segmentos, podrían devolvernos la sonrisa en 2025. Con precaución, pero con esperanza.