Pasear por el Golden Gate Park es un auténtico placer. Situado en San Francisco, una de las ciudades más estimulantes del planeta, el Golden Gate Park supone perderse por una zona, todavía, donde la naturaleza es protagonista. Pero no todo era perfecto: uno de sus accesos principales, el que une Fell Street (que conecta el parque con el centro de la ciudad) con John F. Kennedy Drive (la vía que recorre todo el recinto hasta llevarnos al océano Pacífico), era bastante peligroso para los ciclistas.
Por eso el colectivo San Francisco Municipal Transformation Authority, un grupo activista y ciclista, solía llenar de conos la zona para separar el carril bici del resto de la calzada. La policía se había acostumbrado a no retirarlos, pero la zona seguía siendo escenario de frecuentes accidentes debido al poco cuidado de los automovilistas.
Un colectivo colocaba conos para proteger a los ciclistas, que finalmente serán postes elevados y reflectantes
El colectivo SFMTrA no cejó en el empeñó, ha seguido colocando conos y, finalmente, el ayuntamiento ha tomado medidas: pronto se instalarán diez postes elevados que, definitivamente, evitarán que los coches invadan la vía reservada para las bicicletas. Así lo asegura la CBS local, que explica que los conos naranjas serán sustituidos por diez postes fijos y reflectantes.
Pese a sus famosas cuestas y, todavía, la enorme cantidad de coches, San Francisco es una de las ciudades más apetecibles para pedalear en EE UU. Además de ser una de las cunas de la militancia ciclista (recordemos, por ejemplo, que fue allí donde nació la Masa Crítica), San Francisco ha visto como en los últimos tiempos se disparaba el número de ‘commuters’ (subió un 58% de 2006 a 2010), es la gran ciudad con menos accidentes ciclistas en California y se calcula que se hacen unos 82.000 trayectos en bicicleta diarios, lo que supone el 4,4% del total de viajes realizados.