Cuando se trata de dar ejemplo en lo que a movilidad ciclista, Holanda sigue marcando la pauta. Y las autoridades locales no dudan en poner en marcha cualquier tipo de inversión enfocada a aumentar el ya astronómico porcentaje de personas que se mueven cada día en bicicleta por las ciudades del país.
En este caso ha sido Rotterdam la ciudad en la que se ha dado un paso más en materia de innovación al servicio de los ciclistas: el Ayuntamiento va a instalar sensores en los semáforos para detectar la lluvia. Con ello, se pretende que dichos semáforos actúen de manera distinta cuando el tiempo no acompaña, de cara a favorecer aún más a los ciclistas.
Que esperen los coches
En concreto, los tiempos de espera para el ciclista los días en que opte por pedalear bajo la lluvia bajarán de 3 minutos a 40 segundos escasos. Por su parte, los ciudadanos que hayan decidido moverse en coche para no mojarse verán cómo se incrementa el tiempo que les toca esperar en los semáforos en rojo.
Según la web Pop Up City, el tráfico ciclista en Rotterdam se ha incrementado un 10% en el último año. El blog holandés Bicycle Dutch, que evalúa todo lo que rodea a los pedales en los Países Bajos, cifra en un 25% el número de ciudadanos que se mueven habitualmente en bicicleta en la ciudad. Con esta nueva medida, sin duda hacerlo será todavía un poco más apetecible.