"Tomé esta fotografía en la oficina de mi suegro, Peter Haventons, durante una visita a su casa de campo en Suecia. Es todo un personaje: dice que tiene un pequeño museo que, en el fondo, no es más que una excusa para poder acumular cualquier objeto con el que se cruza. Hace poco le pregunté si no le cansaba acumular tantas cosas, y me reconoció que sí: que lo suyo es una enfermedad, y que necesitaba urgentemente un psiquiatra. Pero a mí me encanta entrar en ese museo y mirar sus últimos trofeos.
La foto está hecha con mi amada Plaubel Makina. Es una máquina de medio formato, y desde hace años mi preferida para todo lo que no tenga que ver con el trabajo. Usarla es como poner un disco de vinilo, recostarse en una butaca cómoda y servirte un vaso de buen whisky. Su naturaleza analógica, el revelado y sus tiempos representan todo lo contrario a mi trabajo diario como fotógrafo, en el que todo es digital y con plazos ajustados.
¿Y la bicicleta? Se trata de una vieja montura de principios de los años 40, una Hermes fabricada en Upessala que fue utilizada por los mensajeros del periódico Hässelholm hasta el año 2000. Mi suegro la encontró y la restauró. Me encanta cómo queda en medio de todo ese espacio brillante: parece susurrar algo acerca de sus ganas de salir y seguir rodando".