Los bebés -y los no tan bebés- no son especialmente limpios. Su pequeña boca, en constante movimiento, no para de segregar saliva; tras esa naricita de cuento, se esconde en realidad una fábrica insaciable de mocos… Echan eructos, se tiran pedos y, sobre todo, se deleitan sobremanera degustando la papilla como si fueran pequeños rumiantes. El resultado: manchan y, sí, por muy adorables que sean, hay que limpiarlos una y otra vez.
Los baberos, pañales o las toallitas desechables se convierten en una parte imprescindible de la vida de los papás, parte de la artillería que los acompaña en su frenético día. De ahí que este curioso babero ciclista, diseñado por Heartmade Fibres, no sólo sea un práctico aliado a la hora de comer, sino que, además, ‘viste’ de forma elegante al niño: otra de las obsesiones recurrentes de sus progenitores, sobre todo cuando salen fuera de casa.
Es reversible, además de ser ligero y muy absorbente. Está fabricado de algodón natural 100% y cuenta con un práctico cierre de velcro. La pajarita, opcional, le aporta sin duda ese toque de distinción que hará que (esta vez) se le ‘caiga la baba’ a nuestros invitados. Podéis conseguirlo en Etsy por 14 dólares (unos 10 euros).